Julieta, heredera del legado Roa Iregui

‘Crecer en la familia de un artista no ha sido fácil’: Julieta Roa

Enero 23 de 2017

La hija única de Miguel Roa Iregui sigue llevando la obra de su padre a objetos comerciales. Su objetivo, que la marca y legado crucen fronteras.

Julieta, hija de Miguel Roa Iregui, Foto: Agenda Hoy.

Hace 27 años, el maestro Miguel Roa Iregui, creador del obelisco de Puerto López, en el Meta, y su esposa Yamile Cepeda esperaban la mejor de sus obras de arte, a su hija Julieta. Paradójicamente, por esa misma época, la pareja de enamorados creaba el hoy llamado Taller Arte & Objetos Roa Iregui.

Veintiséis años después es Julieta quien dirige el taller. Es el legado que le deja su padre en vida, son obras que ella ha plasmado en objetos decorativos, elementos empresariales y en prendas de vestir. La idea original no es ciento por ciento de ella, es un trabajo en equipo, de familia. Durante el trascurso del tiempo se han fabricado ese tipo de objetos, pero es Julieta quien hoy quiere cruzar fronteras, innovar.

Algunos objetos de del Taller Arte & Objetos Roa Iregui,

“Inicialmente pensé en solo ayudar a vender los productos que ya tenían, pero cuando vi que el mercado se iba cerrando, porque aquí no ven la obra de arte como inversión sino gasto, dije, vamos a sacar una línea donde se muestren las mariposas, los animales, que es lo nuevo de Roa Iregui, y esa es la idea de todo, no solo vamos a sacar la marca de la ciudad sino a nivel internacional”, explica Julieta, profesional en Mercadeo y Publicidad, egresada de la Unimeta de Villavicencio.

Ya han pasado casi dos años desde que Julieta tomó las riendas de la marca. En su casa, en el barrio El Caudal de Villavicencio, está la galería, mientras que el taller está ubicado detrás del antiguo Autorrollings. Desde allí busca estrategias para crecer. Sabe que su padre es un hombre solitario, un artista que puede pasar horas frente a un lienzo, sin probar bocado. “Yo le dije, padre, pinte, inspírese, siga en su lienzo y déjeme que yo voy a innovar”, recuerda Julieta, hija única.

Por eso, cada día que pasa, hay más objetos en la galería: mugs, vajillas apilables, pashminas, chocolateros, regalos empresariales, cuadros de mesa en metal, carcasas para celular, termos y muy pronto exhibirá más prendas de vestir para hombres y mujeres, todo, con la obra de su padre impresa. La tarea no es fácil. Asegura que muchos artistas atacan la obra de su padre. Lo critican por innovar, agrega. “Ahora que ato cabos. La obra pública de mi papá es la más atacada, a las de Roa no le cabe un grafiti más, yo sé que son artistas que se la tienen al rojo a mi papá, no sean atrevidos”.

Crecer en la familia de un artista no ha sido fácil. Desde niña, sus propios amigos le preguntaban cómo podían vivir de la pintura. “Y eso, dice, me parece atrevido, porque esto es un arte y muy pocas personas tienen ese talento”. Confiesa que, aunque ama la pintura, no tiene la paciencia de su padre para durar varios días frente a un lienzo. Lo suyo es lo comercial, las relacione públicas.

Dice, además, ser la crítica número uno de su padre, lo aconseja, pero nunca le quita el crédito a su madre. “Mi mamá es la persona que lo ayudó, ellos dos son como la luna y el sol, uno depende del otro, ella es el polo a tierra de él, si él no conociera mi mamá, no existiría esto, porque mi papá es muy bohemio, le sirve a la gente, pero uno no solo vive de eso”, concluye.

Andrés Molano Téllez

Director Agenda Hoy