Vivencias
llaneras llevadas al baile
14 de agosto de 2017
Más de 20 artistas en escena, entre bailadores de joropo,
músicos, cantantes y percusionistas le dieron vida a ‘Vivencias’, un
espectáculo dancístico realizado el pasado sábado 12 de agosto por la Compañía
de Baile Joropo, en el Club El Meta de Villavicencio.
La sensualidad y el romance hicieron parte de 'Vivencias'. |
Sin convertirse en una cronología de la historia del
baile llanero, la puesta en escena refleja también una evolución de conceptos
en torno al joropo, pero siendo fiel a momentos característicos que vive el
hombre de llano.
No es una historia lineal, es una segmentación de
vivencias donde el baile es el protagonista y la herramienta para transmitir,
sin embargo, en diferentes momentos del espectáculo la música toma fuerza,
aparece en escena la joven cantante Mileidy Amon, quien sorprende con su
interpretación.
El director arriesga y se abre a la crítica con sensuales
escenas coreográficas, torsos masculinos al descubierto y un romanticismo que
toma fuerza con las melodías del violín de María Fernanda Leyva, quien viene
mostrando una evolución con el instrumento y ha encontrado en la Compañía de
Baile Joropo una vitrina más.
Aunque se destaca el grandioso baile de Andrea Chitiva,
ganadora del último Reinado Popular del Joropo que se hizo en Villavicencio —2015—,
y perdonando un pequeño resbalón, que logró sortear con profesionalismo, a
Vivencias le falta darle un poco más de importancia al rol de la mujer y una
artista que marque más protagonismo.
Andrea Chitiva y su paso 'antigravedad'. |
Pese a que el machismo, ese característico de la
idiosincrasia de vaqueros y caporales, está sumergido en la escena y es una
constante en este tipo de montajes de la región, también aflora el lado
romántico y galante de los llaneros. Aparecen las conquistas sentimentales, las
luchas de los hombres en busca del amor de la mujer deseada, los amores
contrariados y se marca la rudeza del llanero con retos de zapateos y el
acompañamiento de un percusionista que brilla por sí mismo. La caja española es
su herramienta.
La novedad del espectáculo toma fuerza cuando aparecen
momentos que se alejan de lo tradicional, como el paso antigravedad
popularizado por Michael Jackson, pero con el toque de danza regional. Las
vivencias de los llaneros siguen allí. El show hace un giro hacia un contexto
más urbano y actual. Afloran las luchan ideológicas reflejadas en choques con escuadrones
antidisturbios, pero recreados con baile; los parrandos llaneros evolucionan,
los hombres y mujeres muestran vestimentas más cotidianas y en lugares más capitalistas,
más globalizados, es una visión más real del contexto actual y de los momentos
por los que pasa el folclor llanero.
Los paisajes de las sabanas son interpretados con el
baile y no se olvidan tampoco de las tradiciones costumbristas, como la fiesta
de San Pascual Bailón, que evoca las costumbres religiosas y termina en un gran
parrando.
Sorprendió ver el profesionalismo de los niños Natalia
Villada y Samuel Castro, de no más de ocho años y quienes hacen parte del
proceso educativo de Compañía de Baile Joropo. Los pequeños se apropiaron del
escenario, recrearon un día de un caporal y remataron con un maravilloso baile,
teniendo en cuenta su corta edad.
Samuel Castro y Natalia Villada, los más pequeños de Vivencias. |
El inicio no fue puntual. Una hora y media de retraso
molestó a algunos asistentes, pero al final, muchos opinaron que valió la pena,
el público respondió y al final del show vinieron los agradecimientos y los
anuncios, el espectáculo viajará a Bogotá y Tunja, y su director ya trabaja en
un nuevo montaje con el que quiere ir a la vanguardia.
“Lo que viene es totalmente diferente, es una nueva obra.
Nosotros queremos estar a la vanguardia de compañías de baile, de teatro
mundiales, por eso nos llamamos Compañía de Baile Joropo, quisimos apuntarle a
una globalización, que es duro, le puedo asegurar, entonces viene una nueva
obra, que yo les doy el nombre y ustedes de inmediato se la dimensionan, todo
con nuestro género, el joropo. El joropo que interpreta la compañía no es
ballet, no es un joropo tradicional, no es un joropo que lleva a lo
contemporáneo, lo que hacemos es interpretación, un concepto romance, pasión,
tal vez, por qué no, ser libertinos, por eso la variación de trajes, marcando
un concepto, el contexto sociocultural, pañoletas, la camisa suelta, camisas a
cuadros…”, explicó Miguel Arias, director.
Respecto a similitudes en algunos pasos, comparados con
otros montajes, también de folclor llanero, Arias respondió que no copia. “Alguna
vez me preguntaron cuál era mi mayor temor, y mi respuesta fue: quedarme sin
creatividad. Respeto a los colegas, las formas, el joropo es uno solo, tú haces
un paso, lo hacen los demás, no hacerlo sería irrespetar el joropo, lo que es
diferente es la narrativa, el lenguaje, las formas, cómo visualizas el contexto
escénico”, agregó Arias, quien además aprovechó para destacar el trabajo hecho
por el Grupo de Joropo, que, para él, fueron los pioneros en esa forma de
bailar.
Lo cierto es que las propuestas siguen creciendo, las
críticas de los tradicionalistas vendrán. Es lo que ocurre cada vez que el
joropo busca cruzar las fronteras.
Andrés
Molano Téllez
Director
Agenda Hoy
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