Con joropos se tienden puentes de perdón y reconciliación en los
territorios
Marzo 16 de 2019
Mientras círculos políticos de Bogotá atacan sin medida a los
imperfectos acuerdos de paz declarados exequibles por la humana Corte
Constitucional, en los territorios metenses que fueron escenarios del conflicto
armado entre la guerrilla fariana y las fuerzas del Estado la construcción de paz
toma dinámicos y positivos rumbos luego de más de medio siglo de guerra
intestina.
Lo anterior para contar sobre un suceso espontáneo de especial
relevancia que ocurrió en la mañana del miércoles 13 del mes que discurre, del
cual resulté ser testigo presencial.
Ocurrió al concluir el programa de joropos Viajando por el Llano —dirigido por el reconocido Julio Eduardo
Santos—, que entre las 9:00 a.m. y las 11:00 a.m. en directo emite el canal de
televisión Suram Noticias.
El artista invitado para esa jornada folclórica fue Gomer Ceballos,
cantante araucano, quien luego de años retoma la actividad artística con
grabaciones realizadas en el Meta.
Pero lo particular del desconocido cantautor llanero es que fue
combatiente de las Farc y como tal, luego de los acuerdos de paz, participa en
el proceso de reincorporación a la vida civil en la vereda Buenavista (Mesetas-Meta),
en donde se localiza el espacio territorial de capacitación y reincorporación.
Durante las dos horas de la amena entrevista, que adobaron con canciones
grabadas y a lo vivo, el director le indagó al invitado sobre su historia de
vida a partir de la infancia en el municipio de Cravo Norte, de su innato
talento artístico desde niño, de su trasegar en la insurgencia armada y de su
nueva vida civil.
Comento que a Gomer Ceballos lo conocí cuando estuvo hace unos dos años
en evento de sensibilización de paz en la Unillanos, campus Barcelona. Después
lo miré en videos que la revista Agenda
Hoy le grabó en la zona veredal, cantó acompañado por camaradas músicos. A
dichos audiovisuales los divulgaron por
las redes sociales. Uno de esos documentos puede verse en https://bit.ly/2O8a7BD
Entre todos los invitados que Julio Eduardo Santos ha tenido en su
programa, por obvias razones el artista de quien menos información tenía era de
Gomer, a quien conoció en persona momentos antes de iniciar la transmisión en
directo. No hubo tiempo para libreto, sin embargo, hubo empatía y la entrevista
resultó amena.
Al director lo apoya Natalia Rey con comentarios, datos estadísticos y
saludos para los muchos seguidores que se reportan por las redes sociales.
Y fue la joven Natalia quien de manera sorpresiva poco antes de concluir
la transmisión causó el momento más emotivo que en breves instantes la hizo ser
el personaje principal.
Ella interrumpió a su jefe y con voz entrecortada sacó valor para
decirle a Gomer, que, en calidad de víctima del conflicto armado, como ejemplo
para el país que quiere la paz y en acto de reconciliación, le daba un abrazo.
Mientras ocurrió el emotivo abrazo, con quebrada voz Julio Eduardo contó
que en Guaviare un tío de Natalia fue asesinado por las Farc.
La numerosa audiencia del programa fue testigo del suceso, posible solo
en tiempos del posacuerdo. También lo atestiguamos los pocos presentes en el
set desde donde se emite el programa, razón por la cual pude tomar fotografías.
Paradoja es que el inesperado acto de perdón y reconciliación entre
Natalia y Gomer en Villavicencio, ocurrió quizá a la misma hora cuando en reunión
de la Comisión de Paz del Congreso la senadora del Centro Democrático Paloma
Valencia armó zafarrancho contra su colega Pablo Catatumbo, senador del partido
Farc, episodio de amplio despliegue periodístico.
Por todo lo sucedido en el programa de televisión regional, digo que la cultura,
en este caso el folclor llanero, es innegable soporte de suma importancia para
los lentos procesos de perdón y reconciliación en los territorios, necesarios
para la construcción de paz estable y duradera.
Por: Óscar
Alfonso Pabón Monroy/ Comunicador Social comunitario
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