Iván Silva habla sobre el Torneo que ha
ganado cuatro veces
Julio 13 de 2019
Arriba en el escenario su voz recia retumba. Los
locutores lo conocen, lo señalan como el gordo que siempre gana. Y no fueron
ellos quienes lo bautizaron con ese eslogan, fue el mismo artista quien con su
puño y letra escribió la canción cuyo título se convirtió en su apodo: El gordo
que siempre gana.
Y la compuso hace cerca de cinco años, luego de sumar,
según sus cuentas, cerca de 200 triunfos en festivales folclóricos de los
llanos colombo-venezolanos. Y entonces la canción se convirtió en su amuleto,
la interpretó en los últimos cuatro torneos internacionales del joropo en
Villavicencio, y todos lo ganó. Es el rey de la voz recia masculina o como
dirían los más criollos, un cimarrón de cimarrones, un verdadero padrote.
Iván Silva, nacido hace 32 años en La Primavera (Vichada)
y criado en Paz de Ariporo (Casanare) completó así su cuarto triunfo
consecutivo en el Torneo del cual se despidió este año como concursante. Se
cansó de ganar y de cantarle a miles de sillas vacías. Antes de que pase su
cuarto de hora y venga otro carajito, como él dice, a acribillarlo en tarima,
deja el camino libre y se retira por la puerta grande, “encogotao arriba”, y
ese término hace referencia —en el argot llanero— a un toro criollo bien
desarrollado, un cimarrón de la voz recia.
Cuando
llego a un festival
mucho
contrario se afana
diciendo
llegó ese gordo
seguro
que otra vez gana.
Critican
mi estado físico,
pero
a mí no me amilanan,
así
gordo como soy,
duro
como la macana,
defensor
de mi cultura
desde
una edad muy temprana.
La
estrofa y sus versos lo describen. Iván Silva no se amilana y defiende su
folclor. Mientras promociona su tercer álbum musical ‘Se abrió la puerta del
llano’, el gordo que siempre gana aprovecha para dar su concepto sobre la
importancia de los festivales, de su percepción acerca del Torneo Internacional
del Joropo, de la pérdida (entre los mismos hombres nacidos en tierra llanera)
del amor por el folclor y, por supuesto, de sus proyectos.
¿Desde
hace cuánto canta?
Desde el 2009 iniciamos como festivalero. La carrera mía la
hice a través de festivales y estamos emprendiendo otro nuevo camino, que es
pegar mi disco, o sea dejar lo de los festivales y como artista pegar mis canciones.
¿Cuál disco?
‘Se abrió la puerta del llano’, que salió hace unos días.
Pero antes de ese lancé ‘Démosle bote al guayabo’ y ‘Abriendo camino’. En mi álbum
más reciente, incluí un promocional que se llama ‘Padrote’, un tema que ha
gustado mucho y que dice: Pa’ un toro 30 novillas / pa’ un caballo 20 yeguas / el
gallo canta en el patio como con 15 culecas / y otros sufren y chillan cuando
la mujer los deja.
¿Cuál es la principal diferencia de su más reciente
trabajo respecto a los dos anteriores?
Viene con más profesionalismo, hay más experiencia, mejores
temas, viene más actualizado el sonido, con equipos nuevos, análogos, que da
más cuerpo. Vienen letras criollas y estilizaditas, letras universales, para
todos los gustos, más comerciales.
¿Por qué decide retirarse de los festivales?
Lo que pasa es que la carrera musical, como festivalero,
no es muy ventajosa para uno con talento. Un artista con talento lo que tiene
que hacer es pegar sus discos, como lo han hecho Walter (Silva), el Cholo
(Valderrama), Reynaldo (Armas), Jorge Guerrero. Ellos fueron festivaleros en
sus tiempos, dejaron los festivales y se dedicaron a pegar su música, a
promocionar, entonces yo ya hice mi carrera como festivalero, me he ganado más
de 200 festivales en voz de recia, entonces ya hago al lado el concurso, ya
todo el mundo sabe que Iván Silva es la voz recia, padrote en el llano. Usted pregunta
a cualquier persona que sepa de festivales y dicen, Luis Silva es la mejor de
voz recia. Pero antes de que pase el cuarto de hora y venga otro carajo que me pueda
acribillar en festival, entonces que ahora estoy encogotao arriba, les dejo
libre el camino para que ellos sigan y yo me retiro por la puerta grande.
¿Para qué le sirven los festivales a un artista?
Los festivales le sirven por credibilidad, por coger
nombre artísticamente, como un respeto musical, un respeto ante la mayoría de
cantantes, ganarse el nombre de maestro. Maestro le pueden decir a todos, pero
uno tiene que ganárselo.
¿Desde que inició como festivalero hasta hoy, han
cambiado los festivales?
Hoy en los festivales existe mucho la cuestión de la
rosca, que llaman, existe mucho eso, en que, si la cayó mal a un jurado, entonces
lo hacen perder. Por eso yo me cuido en salud y no lo voy a permitir.
Me puedo ganar un festival varias veces, pero en el momento en el que un jurado
me ponga a perder mal perdido, pierdo el nombre que ya tengo arriba. Allá no
van a decir que perdí con un carajo bueno, sino con uno regular, y para no
llevarme ese malestar me retiro y me pongo a pegar el disco.
¿Qué opina del Torneo del Joropo, qué siente al ver que
los concursantes se presentan cuando no hay público?
Mala organización, y gente que no siente amor propio por
la cultura, eso lo dije yo en una entrevista allá en el Torneo. Les dije esto
es falta de respeto hacia nosotros los cantantes, a nosotros que amamos el folclor
llanero. Se llama Torneo del Joropo, no van a nombrar torneo del reguetón o del
vallenato, y lo privatizan tanto que usted va a cantarles a cinco mil sillas y por ahí a los jurados, a
los participantes y a la logística, no le canta usted a más nadie.
¿Cuál sería la solución?
Por qué no hacen un festival aquí en la plazoleta Los Centauros,
pónganlo a uno a cantar en el centro comercial Viva. Pónganlo a usted donde hay
público, que la gente escuche por lo menos. Yo he sido cuatro veces Torneo del Joropo
y más de uno no sabe que soy cuatro veces Torneo. Lo bonito es como hacen en el
Cimarrón de Oro en Yopal (Casanare), allá no hay zona de VIP para nadie, se
reúnen más de 10 mil personas en el parque El Resurgimiento, llueva, truene o relampaguee,
pero ahí están viendo el Cimarrón de Oro. Usted llega a las siete de la mañana
y está esa mierda taqueadita de gente, eso es lo bonito, que en un torneo hagan
lo mismo, pero falta alguien que sienta amor propio por la cultura, que diga
vamos a hacer el torneo, que lo vean, yo sé que un turista no sabe qué es un
contrapunteo, una voz recia, porque no muestran al torneo, solo lo utilizan
para legalizar una plata. Yo sí lo dije en una entrevista, esto es una falta de
respeto, primero, no vengo más a concursar porque ya me lo gané cuatro veces,
pero si me tocara no vendría porque uno llega es a cantarles a 20 mil sillas, a
un coliseo vacío y de ñapa le toca a uno hacer cola por todos los lados para
pasar de un lado a otro.
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