Tatiana Garzón, única heredera de la fórmula secreta del aguardiente
Llanero
"Siento tanto amor por el Aguardiente Llanero que pongo todo mi empeño para que cada vez sea mejor"
Es ingeniera química de la Universidad América
de Bogotá y magister en hidrocarburos de la Universidad de Viña del Mar de
Chile , salió de su natal Villavicencio hacia la capital para formarse como
profesional, su curiosidad y amor por el estudio y la experimentación la
llevaron a realizar sus prácticas universitarias en la Licorera de Cundinamarca, lugar en el que tuvo su primer
acercamiento con la producción de licores, allí desarrolló su primer invento
que consistía en preparar un licor con extracto de uchuva.
Regresó a su tierra cargada de conocimientos y
con ganas de seguir explorando el mundo de la producción de alcohol, por lo
cual empezó a trabajar durante años en un grupo de investigación de la Corporación
Universitaria del Meta en el que desarrolló un proyecto de extracción de licor a partir de frutas
autóctonas de la región de la Orinoquía, adquirió una gran experiencia que la
convirtió en una de las químicas más reconocidas del departamento y que la puso en la mira de la Gobernación del Meta y
su Unidad de licores para ser la única
heredera de la fórmula secreta del
aguardiente llanero.
El
fallecimiento de la Ingeniera Química Liubov Nagai, quien elaboró y
custodió la formula de aguardiente Llanero por dos décadas le cambió la vida a
Tatiana, pues se convirtió en su sucesora tras someterse a duras pruebas
técnicas y psicológicas que superó, convirtiéndose en la elegida para abrir aquella caja de
seguridad que permanecía oculta en el
Banco de la República, en la que Nagai guardó celosamente la fórmula
secreta del anisado Llanero, según Tatiana, fue seleccionada por su amplio
conocimiento del producto, por ser una persona confiable que guardaría la
fórmula con el mismo cuidado y por los años de investigación y desarrollo que
le dieron credibilidad en la industria.
“Para mi fue un reto enorme continuar con el
gran legado de Liubov porque ella fue un ícono de la Unidad de Licores del
Meta, a quien le debemos el éxito de aguardiente llanero” , asegura Tatiana.
Sin embargo, ser maestra aguardientera es un deleite para ella “tengo un gran
sentido de pertenencia y siento tanto amor por el aguardiente Llanero que pongo todo mi
empeño para que su sabor sea cada vez mejor, estoy trabajando para estar a la
vanguardia en la industria, afortunadamente nuestro aguardiente tiene un toque
fuerte que representa la fuerza del llanero y del colombiano, por eso nos
prefieren”, concluye.
Por Vega & Jaramillo Comunicaciones
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