Así
creó la especialidad de desarrollo turístico en las aulas de clase
Marzo 14 de 2017
Nohemy Silva es la promotora de la implementación de la
especialidad de turismo en los colegios del Meta. Desde las aulas del colegio
CASD de Villavicencio impulsó la cultura del sector.
Hoy es la coordinadora académica del colegio Juan Pablo
Segundo de Villavicencio, pero durante varios años, como docente, hizo parte
del inventario de la Institución Educativa Antonio Ricaurte CASD. Desde ahí
lideró la creación de la especialidad de desarrollo turístico, replicada luego
por diferentes instituciones del Meta.
Esta mujer, nacida en Armenia, en el Quindío, es
trabajadora social de profesión. A Villavicencio llegó de traslado y se formó
como docente. Dirigía la asignatura de trabajo con la comunidad en la modalidad
Salud y Nutrición. A través de ese contacto con la gente, recuerda, empezó a
salir, a conocer Villavicencio. “Y dije, aquí va a haber turismo, con la vía se
abren las puertas (…) yo veía que había más ventajas, mas gastronomía, más folclor,
más paisajes”.
Como buena paisa, no calla nada. Reconoce que ama el
llano, “pero eso no quiere decir que sea ciega y no vea las cosas”. Considera
que hace falta mayor trabajo en el fortalecimiento de la atención al cliente,
al usuario, la amabilidad, eso es fundamental y, tristemente, en la parte del
conocimiento de su entorno. Dice que hay estudiantes que ni siquiera conocen el
centro de Villavicencio.
Cuando pensó en la especialidad, A Nohemy se le ocurrió
que podría ser en turismo y recreación, pero “sonaba muy a paseo”. El objetivo
era crear la cultura turística. Y en 1994, luego de recibir algunas capacitaciones en Tolima,
se abrió la especialización en el CASD. Paradójicamente ningún estudiante de su
institución se vinculó en ese inicio. Llegaron de otros colegios, cerca de 150
estudiantes, los cuales fueron sometidos a un filtro. No había suficientes
cupos.
Un año después salieron las tres primeras promociones y
durante los primeros años los intentos de alianzas con el SENA fueron
infructuosas. “Aquí no tenían nada de turismo, lo tenían en Bogotá, estuvimos
en Bogotá, pedimos programas, muy celosos, no nos prestaban nada”, recuerda.
Tiempo después se creó la Red de Turismo Departamental del Meta y las
especialidades de turismo se replicaron en los municipios de La Macarena,
Puerto López, Puerto Gaitán y Cubarral.
Hoy, explica, esa red está en papeles, y aunque considera
que el SENA, cuando finalmente llegó, apoyó mucho con el fortalecimiento en la
media técnica y la doble titulación, dañó mucho la vocación turística de cada
región. La prioridad era hacer turismo y recreación. No había consciencia de
que los municipios tenían diferentes vocaciones turísticas. Inclusive, explica,
ahora el enfoque en el mismo CASD es hacia la organización de eventos.
¿Qué hace falta?
Creo hace falta más apoyo gubernamental, porque el
turismo no es tan barato. Uno no puede hacer turismo en cuatro paredes, los
estudios dicen que un año de una persona que viaja por el mundo le reemplaza
casi cinco años de estudio, lo que uno busca es salir, pero estamos hablando es
de colegios oficiales, pero para hacer las rutas del Meta no es fácil. No hay
recursos, porque está prohibido que salgan los buses, sacar estudiantes, hay
que esperar a que tengan seguro de accidente y hay que asumir muchos riesgos y
es a lo que nadie se quiere arriesgar en las instituciones, entonces hacer
turismo en cuatro paredes no es fácil, es muy difícil cuando uno lo que quiere
es promocionar y construir una cultura turística y uno construye cultura en la
medida en que conoce, viaja, compara. Tuvimos la oportunidad de llevar a los
estudiantes de turismo al eje cafetero, a Santander, Boyacá, Medellín, a la
costa, inclusive, a parte del llano, haciendo todas las rutas, pero no es
fácil, los recursos no existen.
¿Qué paso con la Red de Turismo Departamental del Meta?
La red está en papeles, tuvo un fortalecimiento por parte
del secretario de Educación del momento, Aldana, y nosotros íbamos a los
municipios, ellos venían, nos capacitábamos, nos mandaban gente del Externado,
y fuimos fortaleciéndola. En la red tuvo asiento el Instituto de Turismo, de
Cultura, la Unimeta abrió en ese momento la carrera de Administración Hotelera
y Turística, también el SENA tuvo asiento.
¿Qué papel jugó el SENA?
A medida que fue pasando el tiempo, al SENA lo pusieron a
orientar las
técnicas y dio la orden de que todo el Meta tenía que hacer
turismo y recreación, no respetando la vocación de cada sector, porque, por
ejemplo, la fortaleza en San Martín era
muy cultural; en Cubarral, ecológica; en Puerto Gaitán se iban por el lado de
la recreación, cada uno de acuerdo al potencial, nosotros ,el potencial era de
nivel cultural, crear la cultura turística, los únicos que no permitimos que se
metiera eso del SENA como especialidad en recreación seguimos con desarrollo
turístico, pero igual hicimos alianza con el SENA, cada dos o tres años replanteamos según necesidad del sector.
Y encontramos apoyo en Cotelco, donde decían que aquí no había quien formara
personal para los hoteles, entonces empezamos a darle un medio giro a la
especialidad de turismo en el Casd, y ya empezamos a trabajar en la
capacitación en todos los puestos de bases de los hoteles, en lo que era ser
mesero, recepcionista, inclusive tuvimos dos o tres promociones con énfasis en
recepción, y los puestos aledaños, de botones, camarería y mesero, luego fue
más fuerte en mesa y bar, entonces se orientaba más en la parte de mesa y bar,
y así muchos estudiantes, la verdad era una manera como de hacerle la zancadilla al billete a
través de ‘mesear’, y ya en este momento el cambio se fue a eventos, en
organización de eventos , a apoyo a eventos, intentamos trabajar mucho, la red
se cayó, ya empezaron a cambiar personal, ya los profesores que había en los
colegios, como no hay licenciados en hotelería y turismo, eso era más porque a
la gente le gustara y estudiara, porque ni siquiera, por lo menos
personalmente, fueron unos seis años dedicada a estudiar, a hacer diplomados, hacer talleres, a ir al
SENA, a Cotelco, a aprender, y no ascendí, porque eso nunca me lo valieron para
ascenso, entonces eso no motiva a la gente, entonces era personal.
¿Cómo está el turismo local?
Básicamente el Meta tiene unas ventajas comparativas con
el resto del país muy grandes, pero la parte donde encontrábamos mayor falencia
en la investigación era en servicio al cliente, en la atención al turista, en
la parte ética, y es ahí donde además de fortalecer los valores culturales
estamos tratando de manejar un poco eso, porque aquí no ha sido fácil.
¿No tenemos vocación de turismo?
Es distinto, yo sí pienso que hace falta sobre todo la
atención al cliente, al usuario, la amabilidad, eso es fundamental, y
tristemente en la parte del conocimiento de su entorno, aquí nos acostumbramos
a la calle de las talabarterías, por lo menos que sepamos por qué se llama, se
creó el parque Guayuriba, pero la gente no sabe, y uno habla del parque del
hacha y se llama José Eustasio Rivera, que se llama el Cerro Cristo Rey y es el
cerro El Redentor. Ni siquiera lo nuestro, y difícilmente estamos en
condiciones de dar la información acertada. Es un poco conocernos.
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