Paula Díaz dejó la vida de oficina para buscar la felicidad en la cocina
Marzo 3 del 2020
Paula Díaz Pardo es conocida en redes sociales como ‘Paula te cocina’. Nació en Choachí, Cundinamarca, pero llegó a Villavicencio cuando apenas tenía cuatro años. Su familia buscaba una mejor suerte mientras que ella crecía enamorándose de la gastronomía.
Después de terminar el colegio en Villavicencio, Paula, presionada por su familia, viajó a Bogotá para estudiar Contaduría Pública en la Fundación Universitaria San Martín. Su obligación era seguir los pasos de los contadores de su familia, entonces, una vez graduada, ejerció su profesión durante cinco años antes de darse cuenta de que algo andaba mal.
“Yo cambié los tacones por los tenis y la oficina por la cocina”, indica Paula, quien aún recuerda como en 2015 su vida cambió.
“Estaba en mi casa viendo una película mexicana que se llama ‘Casi treinta’, una cinta que te inspira a dejar todo atrás y perseguir tus sueños. Entonces, al otro día, dije: no más, me voy, se acabó, no tengo por qué quedarme a ser infeliz”.
Ella siempre supo que quería ser cocinera. Desde los nueve años cocinó gracias a las enseñanzas de su abuela, quien a su vez las heredó de la bisabuela, una cocinera de franceses. Su abuela falleció en 2019, pero de herencia le dejó la sabiduría gastronómica, el amor y el respeto por la cocina.
Paula viajó a Perú. Allí estudió y trabajó dos años intensivos, de los cuales, asegura, solo descansó dos semanas. Se tituló como Técnica en Gastronomía Internacional en el Instituto Gastronómico D’Gallia y volvió a su tierra donde actualmente se dedica a asesorar restaurantes y atender eventos privados.
Paula trabaja en la cocina de su casa en el barrio La Campiña, la misma casa donde creció. Vive con su hermana, quien también desarrolló el gusto por la cocina y con quien hace equipo en todos los proyectos culinarios.
Aunque se especializó en pescados y mariscos, una oportunidad con el Instituto de Turismo de Villavicencio la llevó a explorar el colorido mundo de la repostería. En este proyecto fusionó sabores y creó postres innovadores, con el reto de conservar los sabores de la región.
Un célebre ejemplo es el cheesecake llanero, postre donde fusiona los sabores del tradicional pan de arroz, el queso siete cueros y la guayaba.
Un célebre ejemplo es el cheesecake llanero, postre donde fusiona los sabores del tradicional pan de arroz, el queso siete cueros y la guayaba.
Agenda Hoy entrevistó a esta chef, quien compartió algunas percepciones de la gastronomía y la repostería llanera.
¿Hay cultura gastronómica en el Meta?
Es pequeña, pero depende de nosotros, como cocineros, empezar a impulsarla y que la gente empiece a enamorarse de las pequeñas cosas que estamos creando. El llanero se quedó estancado en una cocina muy básica, pero necesita más, y esa necesidad la creamos los mismos cocineros mostrando unas propuestas diferentes.
¿Qué es lo más importante para el sector de la repostería?
La exactitud, porque la repostería es sutil, es delicada y es precisa. Si tú no haces las cosas en la repostería con la delicadeza que requiere, te va a salir mal.
¿Qué debe tener un postre para hacerlo propio de una región?
Insumos propios de la región, que tenga tradición. Porque tú puedes coger una técnica de un postre italiano, lo que quieras, pero si lo vas a traer a la región debe tener insumos locales.
¿Cuáles postres son de su autoría?
El cheesecake llanero, la torta de choclo, la tarta rellena de dulce de mamoncillo y el enyucado con chicharrón de cuajada.
¿Cómo fue el proceso creativo para llegar a ellos?
Yo me encierro, porque si no, no puedo ser creativa. Me toca encerrarme en mi casa a investigar, a leer, a ver videos, a ver técnicas y ahí empiezo a sacar ideas. Me encerré unos dos o tres días, y ya, la saqué.
Cheescake llanero
Ingredientes
200 gramos de
queso crema.
50 gramos de queso
siete cueros
60 gramos de
azúcar
160 gramos de
crema de leche
Esencia de
vainilla
Ralladura de limón
4 guayabas
80 gramos de leche
condensada
200 gramos de pan
de arroz
100 gramos de
mantequilla
40 gramos de azúcar
morena
Preparación
Base
del pastel
Triturar el pan de
arroz hasta convertirlo en polvo. Derretir la mantequilla y mezclarla con el
pan de arroz molido y con la azúcar morena hasta formar una masa homogénea.
Úntela en la base del molde y enfríe por 10 minutos en el congelador para dar
consistencia.
Dulce
de guayaba
Pele y corte las
guayabas en trozos. Cocínelas a fuego medio en agua y con azúcar (65% del peso
de la fruta) hasta que dé consistencia de compota. Tamizar y dejar enfriar.
Relleno
de tarta
Batir el queso crema
con batidora hasta que tenga una consistencia suave y cremosa. Añadir leche condensada,
crema de leche, azúcar, ralladura de limón, esencia de vainilla y dos a tres
cucharadas del dulce de guayaba. Batir hasta que todo se integre bien.
Verter la mezcla
en el molde y con ayuda de una espátula aplanar bien. Adicionar el queso siete cueros deshilachado. Meter
a la nevera por tres horas hasta que esté consistente.
Decorar con el
dulce de guayaba y con cascos de la misma fruta y con la del limón.
Ana Gabriela Gordillo Contreras
Agenda Hoy
Felicidades Paulita
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