Misterio urbano y fantasmas rurales: Las novedades narrativas de Mejía, Zuleta y Godoy
Septiembre 29 de 2023
La Biblioteca Germán Arciniegas de Villavicencio fue el
escenario para un diálogo entre grandes nombres de la literatura colombiana:
Esteban Carlos Mejía, José Zuleta Ortiz, y Óscar Godoy, un conversatorio
moderado por Guido Tamayo y presentado por Jaime Fernández Molano, como parte
de la Fiesta del Libro de Villavicencio (FILVI23), organizada por Corcumvi.
El conversatorio se realizó el miércoles 27 de septiembre en la sala de conferencias de la Biblioteca Germán Arciniegas de Villavicencio. Foto: Corcumvi. |
Las voces prominentes fueron Esteban Carlos Mejía, con su
novela Lo que me trajo tu maldad, José Zuleta Ortiz con Lo
que no fue dicho y Óscar Godoy con Los aparecidos. Cada uno,
desde su perspectiva y estilo, abordó temas relacionados con el conflicto
colombiano y cómo la literatura juega un papel crucial en la interpretación y
comprensión de la historia y la actualidad del país.
En primer plano, José Zuleta Ortiz, galardonado
recientemente con el Premio Nacional a novela publicada en 2022 por Lo que
no fue dicho, compartió las complejidades detrás de su obra. Habló sobre el
poder del silencio en las familias y cómo los secretos y lo no confesado forman
una sombra ineludible en nuestras vidas. La novela, describió, es un reflejo de
las heridas profundas del pasado y la lucha constante por descubrir verdades
ocultas. Su obra destila fragmentos que parecen ser parte de una conversación
en curso, invitando al lector a desentrañar lo oculto, lo no confesado, lo
guardado en el abismo del silencio. Además, aludió a otras obras en las que ha
explorado la violencia familiar y infantil en el país.
Lo que no fue dicho emerge
como un reflejo introspectivo sobre el tiempo y la evolución del ser. Inspirada
en obras maestras como El extranjero, de Albert Camus, esta narración se
desplaza entre la memoria, la poesía y una narrativa de formación, rememorando
influencias literarias que abarcan desde Salinger hasta Pessoa. Es una historia
que muestra cómo la literatura no termina; simplemente se transforma y se
abandona.
Esteban Carlos Mejía, autor de Lo que me trajo tu
maldad, nos transportó a una Medellín reinventada: Medallo, una ciudad que,
aunque ficticia, palpita con el latido real de la Colombia urbana. Su
protagonista, una audaz reportera gráfica, utiliza un don especial relacionado con
la iluminación para descifrar misterios. El juego con las palabras,
particularmente las raras, fue un tema recurrente gracias a un peculiar
director de periódico de su novela. Esta propuesta no solo innova en el género
(novel policial erótica), sino que también reconfigura el escenario urbano
colombiano, ofreciendo una visión fresca y audaz de la ciudad.
Lo que me trajo tu maldad se destaca
por retratar a Medellín a través de los ojos de Mara Campuzano, una fotógrafa
ninfómana de 28 años. Su lema, «Yo no tenía pruebas, pero tampoco tenía dudas»,
resuena en las calles del ficticio Medallo, donde el misterio y la cultura
urbana colombiana se entrelazan con destreza. Mejía logra con habilidad
trasladar la esencia de la ciudad, fusionando humor, ironía y jerga local (parlache),
ofreciendo así una narración que captura el pulso de su tierra natal.
Por otro lado, Óscar Godoy, con su obra Los aparecidos,
traza un paralelismo entre la violencia colombiana y la presencia espectral de
fantasmas. Estos espectros son más que simples entes sobrenaturales; simbolizan
las cicatrices del país y su pueblo. La novela, con un contexto principalmente
rural pero intencionadamente vago, nos invita a ver cualquier rincón apartado
de Colombia a través de este lente. Su elección de un contexto rural pero
deliberadamente ambiguo brinda al lector la libertad de situar la historia en
cualquier rincón de Colombia, una decisión que intensifica la universalidad del
dolor retratado.
De esa manera, el misterio rural se apodera de las
páginas de Los aparecidos. A través de los ojos del inspector Daniel
Valencia, nos sumergimos en un Colombia donde lo sobrenatural y lo cotidiano
convergen. La desaparición de una joven en un rincón alejado del país nos lleva
por un camino de leyendas ancestrales, violencia y realidades superpuestas.
Godoy, con maestría, desafía las fronteras entre la realidad y la leyenda,
creando un tapiz narrativo inquietante.
El conversatorio no sólo se limitó a las obras de estos
escritores. Hubo una reflexión colectiva sobre la evolución de la literatura
colombiana, en especial en el siglo XXI. Los autores coincidieron en la
importancia de abordar temas complejos, desde el conflicto armado hasta la
política, y cómo la novela es un vehículo poderoso para ello. También
subrayaron la necesidad de equilibrar imaginación e investigación,
especialmente al representar la magnitud cultural de Colombia.
Uno de los asistentes, puso en discusión un diálogo sobre
la ciudad de Cali, se resaltó su rica tradición literaria, y se les rindió
homenaje a autores como Andrés Caicedo y Humberto Valverde, este último por su
representación de la vida en los barrios populares durante los años 60.
Durante el evento, el escritor Jaime Fernández Molano
hizo un importante anuncio sobre la creación de la Cámara Colombiana de la
Edición Independiente. Esta nueva entidad agrupará a 76 de las más de 180
editoriales independientes del país. Destacó en particular a Entreletras como
la editorial independiente con mayor trayectoria en Colombia, contando con 42
años de historia.
Lecturas muy interesantes y de gran aprendizaje👍
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