Advierten posibles irregularidades contractuales en Corcumvi
Abril 5 de 2024
El abogado especializado en Derecho Público, Édgar Ardila
Barbosa, advierte sobre posibles incongruencias y violaciones a la normatividad
vigente en materia de contratación pública en la Corporación Cultural Municipal
de Villavicencio (Corcumvi), dirigida por Lucila Gómez.
Este medio tuvo acceso a un oficio de seis páginas, a
través del cual el reconocido abogado hace allí un análisis jurídico de uno de
los contratos firmados por la corporación, pero señala que hay otros que «siguen
los mismos lineamientos del que es materia de estudio».
De esta manera, la lupa de su análisis recae en un
contrato suscrito entre Corcumvi y la empresa Alquilar Servicios y Eventos
S.A.S., representada por Juan Carlos Cardona Prada, conocido como El Burro, por
un valor de $16.000.000 para la prestación de servicios artísticos en desarrollo
de la 33 Feria Artesanal, en cuya propuesta incluyen presentaciones musicales.
Según el análisis, la contratación se justifica en un
documento interno denominado «Análisis del sector», el cual cita erróneamente
la normativa aplicable al contrato. Aunque se menciona la causal de
contratación como un contrato de prestación de servicios profesionales, en
realidad se trataría de un contrato de prestación de servicios artísticos, con
requisitos específicos para los artistas.
El profesional destaca que, según la ley, los contratos
de prestación de servicios artísticos deben celebrarse exclusivamente con
personas naturales, no jurídicas, «porque solo ellas tienen el
don de realizar creaciones humanas que expresan una visión del mundo, bien sea
en el arte, la música, el baile, el canto, la escritura, la composición
musical, la pintura, la escultura, entre otros, cuyo don solo está reservado a
la creación humana, es decir a la persona natural, no a la jurídica».
Sin embargo, Corcumvi contrató a una empresa jurídica
para este fin, lo cual estaría en franca contravención con la normativa
vigente.
«Resulta
a todas luces que la conducta desplegada por la directora de Corcumvi, quebranta
de manera directa y palmaria, la normatividad contractual a la que está obligada
a ceñirse»,
expone en el documento.
Ardila Barbosa también señala la ausencia de autorización
para la subcontratación de artistas y una posible generación de detrimento
patrimonial al incrementar innecesariamente los costos del contrato.
«Lo
que se puede extraer de la forma como su despacho contrata, es ocultar,
camuflar, y desde luego hacerle un esguince torticero a la ley de contratación,
al celebrar contrato de prestación de servicios artísticos con una persona
jurídica, para que éste, a su vez sirva como intermediario y subcontrate realmente
al artista o los artistas que requiere el objeto del contrato», agrega
en uno de los párrafos.
El análisis concluye con una serie de interrogantes sobre
las motivaciones de Corcumvi para llevar a cabo este tipo de contratación y
solicita una respuesta por parte de la entidad. Además, se informa que una
copia de la denuncia fue enviada al alcalde de Villavicencio, en calidad de Presidente
de la Junta Directiva de la corporación, y al Contralor Municipal, para su
conocimiento y actuación correspondientes.
Hasta el momento no ha habido un pronunciamiento de
Corcumvi.
Espere en una nueva entrega un informe de cómo los
mayores contratistas de los Institutos de Cultura y Turismo del Meta, del
pasado gobierno, se empiezan a beneficiar de la contratación directa en
Corcumvi.
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