La
boda donde el padrino fue un alcalde electo
Cerca
de 260 invitados asistieron el domingo 14 de noviembre a la que boda del año, entre
la cantante llanera Nagzary Quevedo y el joven empresario Heyller Torres,
realizada en la Catedral de Villavicencio.
¿Quiénes
son los nuevos esposos?
Nagzary
Quevedo, de tan solo 21 años, es una de las jóvenes cantantes llaneras más
conocidas de Villavicencio, quien además recibirá este año su grado de
Arquitecto. Ha grabado dos álbumes musicales: ‘Nagzary, sencillamente
sentimental’, que llegó luego del apadrinamiento del cantante venezolano Luis Silva,
y ‘Corazón de Fantasía’. Este último dedicado a su esposo Torres, un joven
emprendedor e hijo de Pedro Torres Plata,
un ganadero que murió hace más de dos décadas. Heyller se convirtió en
empresario y hoy es dueño y gerente del Grupo Empresarial Asistir y director de la Revista
Cimarrón. El joven enviudó unos meses después de que su esposa diera a luz y
desde entonces había sido padre soltero. Ahora su hijo, Heyler ‘junior’ siente
un cariño profundo por Nagzary, a quien llama mamá.
Torres
tiene una cercana amistad desde hace tiempo con el alcalde electo de
Villavicencio, Wílmar Barbosa. De hecho él y su esposa fueron sus padrinos de
matrimonio, mientras que los padrinos de Nagzary fueron Jorge Baquero y Jessica
Cortés.
Detalles
de la boda
La
novia lució radiante. A las 3:30 del sábado 14 de noviembre apareció en su
carroza, jalonada por un hermoso ejemplar de la Policía Nacional. Su padre
Eduardo Quevedo, un reconocido maraquero (del grupo Los Panas de Colombia tiene
talento), la acompañaba. Nagzary lució un hermoso traje blanco crema, con una
larga cola y un velo sobre su rostro. Sus labios carmesí y sus zapatos del
mismo color hacían contraste con el vestido.
A
su llegada a la Catedral saludó a los curiosos, amigos y familiares que se apostaron
a lado y lado, y como muy poco sucede en
los matrimonios, su madre también la entregó. “Ella me pidió eso”, diría más
tarde María Eugenia Moreno. Así que la joven cantante y única hija caminó al
altar junto a su padre y madre. Adentro, uniformados de la Policía formaban una
calle de honor y una corte de hombres y mujeres rodeaban a los novios. Ellas
vestían trajes color beige y ellos, camisas blancas y pantalones beige
amarrados con tirantas. EL pajecito, Heyller ‘junior’, llevaba pantalones
cortos y cargaba un letrero con el mensaje ‘Nuestro amor será leyenda.
La
lágrimas de muchos llegaron cuando Nagzary tomó el micrófono e interpretó ‘Hasta
mi final’, una canción en español escrita y compuesta por Steve Mac, Wayne
Hector y Rudy Pérez, para ser interpretada por el cuarteto de crossover clásico
Il Divo. Así Nagzary le juró amor a novio e hijo. Salvo un par de
desentonaciones por la emoción, su interpretación fue fantástica, hasta los
ojos de Wílmar Barbosa parecían inundarse de lágrimas.
Al
final de la ceremonia llegaron las fotos, los saludos y de nuevo, bajo una leve
llovizna, los novios salieron en la carroza rumbo al Club Villavicencio, para
la recepción.
Más
de 20 mesas estaban dispuestas para recibir a los invitados. A la entrada frías
cerveza Corona, cócteles a base de vodka y cupcakes eran la carta de
invitación. Rosas rojas adornaban las mesas cristalinas. Las sillas de lámina
transparente estaban marcadas con las iniciales de los novios. Todos fueron
acomodados por orden de importancia. En la mesa uno estaban los padrinos y el futuro
alcalde de Villavicencio. El salón de recepción, a unos metros de la piscina,
donde por un momento se ubicaron invitados y los nuevos esposos. Cada uno pidió
un deseo y las bombas infladas que minutos antes habían recibido volaron al
cielo en busca de esos sueños. Hasta el más pequeñito, ‘Heilercito’, pidió su
deseo: un videojuego.
Continuó
el protocolo. Muy cerca a la tarima, un pequeño escenario donde la palabra Love,
con letras de colores, resaltaba junto a una clásica bicicleta playera blanca.
Allí estaban los novios, a la espera de que cada mesa se acercara para las
capturar el recuerdo de la noche. No alcanzó a terminar la sesión. En la mesa
13 suspendieron mientras servían la cena. Dos tipos de carne, chuleta en salsa
de coco y ternera, acompañadas de puré y ensalada fue el menú. Luego vino el whisky,
continuó la sesión fotográfica y vino el brindis. Suegros y esposos ofrecieron
un discurso y miles de agradecimientos. Fueron varios minutos.
Heyller
agradeció a los “260 amigos que nos acompañan”.
Miró a su esposa y con sentimiento le prometió “que daré todo lo de mi para
hacerte una mujer feliz, con una vida llena de alegrías, quiero darte las gracias
por lo que nos has brindado, que seamos ejemplo para nuestras familias, hijos,
para la sociedad, gracias amor porque has traído luz a mi vida”, Agradeció también a su madre Berta Meneses, “por haberme
acompañado en malos y buenos momentos. Gracias también a mi padre Pedro Torres Plata, que hace más 20
años no está con nosotros”. Y hasta tuvo tiempo para decirles a sus suegros que
soñaba con cinco hijos.
Nagzary
también le demostró su amor en palabras y dijo que su hijo Heilercito’ se
había convertido en el sol de sus días. La cantante además agradeció a su familia
y su abuelo, y recordó que cuando él partió descubrieron el talento que ella
tenía para el canto. Lloró. Al final, su cantó volvió a sonar, y aunque algunos
esperaban que interpretara ‘Corazón de fantasía’, por su significado, interpretó otros temas alejados del folclor
llanero, entre ellos ‘My heart will go on’, hasta que rompió el protocolo para
iniciar la fiesta. Sonó la Orquesta La Espectacular y el dúo de música urbana Edward y Kubba.
Llegó la hora loca, con un espectacular show que hizo un recorrido por todas
las regiones del país, inclusive por los Llanos Orientales.
Hay y el alcalde padrino del estafador de piramide, pobre gente quieren competir con el grupo aval y no saben que esas viboras no dejan que nadie progrese.
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