'Disfrutemos de esa noche en la que ser puta está de moda'

Halloween, libre de prejuicios

Por Luisa Rodríguez
Sin Censura

Tener sexo no nos hace putas y no tenerlo no nos hace santas, ser puta es un trabajo y en Colombia este es de libre elección (o como muchos dicen, ser puta es la profesión más antigua).

Putas hemos sido llamadas todas las mujeres en diferentes etapas de nuestras vidas, por diferentes motivos y en distintos lugares, hemos sido llamadas putas por hacer o no hacer, por decir o no decir, este es el calificativo que toda mujer lleva, un estigma que se reproduce insaciablemente, que se cuela entre la moral y la costumbre y que al final se convierte en parte de nuestra propia historia.

Por esta época, las ínfulas de grandeza y superioridad moral están cesando y a fin de mes estas se habrán desvanecido por completo. Para entonces, con entusiasmo y alegría, cada mujer que ha decidido disfrazarse lo hará despojada de prejuicios y se escudará en la piel de ese personaje que ha elegido, en esa caperucita que se come al lobo, conejitas de playboy sin mansión, cenicientas con minifaldas, piratas con grandes escotes y ligueros o bailarinas hindúes con transparencias. Liberadas de su -doble- moral, cualquier disfraz digno de lo que llaman ‘puta’ será el mejor outfit para esa noche de Halloween.

Tristemente, entre nosotras nos hemos llamado putas, entre ellos nos señalan como putas y lo peor de todo es que muchas se ofenden de tal calificativo, mis queridas lectoras: resignifiquemos esta palabra, quitémosle el peso y el valor ofensivo que la moral le ha dado y que la sociedad se ha encargado de reproducir. Puta era una diosa griega y puta es una profesión. ¿Se ofenderían si la llamaran Afrodita o Hera? ¿Si les dijeran ingeniera o abogada? Dejemos los estigmas a un lado y disfrutemos, por ahora, de esa noche en la que ser puta está de moda, esa noche en la que ser puta hace ganar concursos, esa noche en que ser puta no tiene prejuicios sociales mientras continuamos construyendo una sociedad libre de discriminación y absurdos prejuicios.

“La competencia entre las mujeres es el primer triunfo del patriarcado”, la sororidad es nuestro mecanismo de defensa. ¡Feliz Halloween, putas!