Lo
nuevo de Nagzary
Mayo 17 de 2018
Después de 18 años de carrera artística, en los que la música
llanera fue protagonista, la cantante Nagzary sorprendió a sus seguidores con
el cambio hacia un nuevo género musical al que describe como balada-pop-urban.
Además, impactó con una nueva imagen, más atrevida y sexy, en busca de
conquistar el mercado de la música nacional e internacional.
Nagzary. Fotos: Óscar Bernal / Agenda Hoy. |
Su nueva imagen y trabajo fueron presentados en una
gala realizada el martes 15 de mayo en el Hotel Estelar de Villavicencio. De
antesala, una pequeña alfombra roja fue el presagio de un nuevo capítulo en la
historia de Nagzary, el nacimiento de una nueva artista. Apareció en escena como
una diva. De la imagen conservadora que proyectó en festivales llaneros no
queda nada. Ahora impacta con mayor sensualidad, es atrevida y se contonea a
ritmo urbano, la rodean en escena sensuales bailarines, hombres y mujeres.
Fueron tres canciones las presentadas esa noche; Corazón
de fantasía, con la que inició como compositora y que grabó, en principio,
en música llanera, sonó en balada. También interpretó dos composiciones más, de su autoría: Mi nueva verdad y Sueña.
Esta última es el primer sencillo promocional
de un álbum que llevará el mismo nombre.
En Sueña, los sonidos del teclado, la batería,
la cortinilla y la guitarra eléctrica se funden no solo con aires electrónicos computarizados
sino que también involucran un pajarillo magistralmente interpretado en el
arpa. Es como si las cuerdas del instrumento, el primero que aprendió a tocar
Nagzary, fuera ese hilo que,
indirectamente, la mantiene aún atada a la música llanera. Y es que la artista
lleva en sus venas el folclor de su tierra. Su padre Eduardo Quevedo, quien hace
las veces de mánager, es un maraquero por excelencia. Él tampoco descarta que
vengan más sorpresas, que incluyan más instrumentos llaneros en sus próximas
canciones y dúos con otros artistas.
“Lo que muchos no saben es que inicié a los siete años
cantando una balada que se llama los Ángeles de Dios, porque mi abuelo fallecía.
Fue la primera que canté, luego interpreté, de forma paralela, música llanera y
baladas. Amo la música llanera y la pasión por mi folclor corre por mis venas
gracias a mi padre Carlos Eduardo Quevedo. Al trasegar del tiempo fuimos
proyectando lo que hoy ustedes ven, lo nuevo de Nagzary, y esperamos con el amor
de Dios que sea el comienzo de grandes bendiciones”, expresó la artista, notablemente
conmovida.
Y no es para menos. Nagzary ha pasado por altibajos en
los últimos dos años; su esposo, Heyller Torres, cumple una condena en casa por
captación ilegal de dinero. Muchas de sus amistades pasadas se han ido y solo
quedaron aquellos que han creído siempre en su carrera de artista, por encima
de todo. La noche de su lanzamiento ellos, incluso su esposo —con permiso—, estuvieron
ahí, apoyándola. Su pequeña bebé también estuvo cerca, ella su fuerza más
grande. Incluso, en su etapa de embarazo compuso los dos nuevos temas que hoy
la tienen viviendo su nueva verdad.
La mayoría de comentarios de quienes asistieron fueron
positivos, salvo el mencionado por el periodista Rogelio Gómez, quien hizo una
pequeña crítica por el sonido en vivo que, comparado con el video oficial de Sueña, grabado en Cali y lanzado
oficialmente ese día, bajó un poco la calidad.
“Hay un asunto que no puedo dejar de decirlo, me duele
por el sonido, pero si no ponen el video yo hubiera salido desilusionado. En el
video se nota la calidad del trabajo, en el escenario no pude, porque el
micrófono no dio”, expresó. Además, sugirió un mayor trabajo en la composición
de las letras y en la puesta en escena, sin embargo, dijo creer en la canción,
a la que consideró musicalmente llamativa para “cabalgar” bastante y llegar
lejos.
Y ese es el objetivo de Nagzary, antes de conquistar su
tierra, traspasar fronteras, esta vez no con las riendas sobre el joropo sino montada
en su balada-pop-urban y con el mensaje que expresó aquella noche: “Espero, de
todo corazón, seguir conquistándolos”.
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