Las llaneras más bellas lo prefieren
Diciembre 5 de 2018
El fotógrafo
villavicense Daniel Miranda se ha convertido en el preferido de la mayoría de las modelos
llaneras, pero ahora, junto con su esposa e hijo, buscará suerte en España y
Estados Unidos.
Daniel Miranda, fotógrafo de Villavicencio. Fotos: Juan Camilo Miranda. |
Son muy pocas
las modelos de Villavicencio que no han pasado aún por las cámaras de Daniel
Miranda, de flashes que resaltan sus bellezas. El número de mujeres sensuales
que han posado para él es incierto, el fotógrafo ya perdió la cuenta, son casi 10
años de carrera que lo han posicionado como el mejor del departamento del Meta
en fotografía fitness, de cuerpos
saludables que rayan en la perfección.
Quien observa
las cientos de fotografías que publica en sus redes sociales creería que
Miranda es como un sultán turco en medio de un harén, pero al otro lado del
lente se revela otra realidad. Más allá de congelar la belleza en books fotográficos, esa carta de
presentación tan deseada por modelos, Daniel Miranda es un esposo y un papá a
las carreras, en el buen sentido de la palabra.
Hace algunos
minutos, pasado el mediodía, el fotógrafo volaba rumbo a la casa de sus suegros
para cumplir nuestra cita. Viajaba en su auto con la compañía de su hijo,
Emiliano, próximo a cumplir sus primeros dos años. Es el fruto de su amor con
Karen Ianine Niño, una bogotana con la que lleva cerca de tres años de casado y
a quien conoció en un gimnasio de Villavicencio.
Ese pequeño que
ahora carga dormido en sus brazos mientras cierra la puerta del auto con un
leve golpe de pie es el motivo por el cual piensa en alistar maletas. Su sueño
es radicarse en España, de donde llegó recientemente con su esposa. Trabajaron
allí en la realización de algunos estudios fotográficos a bellas modelos
europeas y latinas. Ella siempre procura estar con él, no por algún ataque de
celos, sino porque lo apoya en su trabajo. Incluso, ahora toma algunas clases
de maquillaje para formar un gran equipo.
Luego de una
breve presentación saltamos a la sala de los suegros, se nota tenso y su
pequeño, entre sollozos, se aferra a su padre.
Daniel Mauricio
Miranda Ramírez nació en Villavicencio y se crio en una casa de artistas, su
padre es el pintor Hermes Miranda, el hombre que sacó de la llanura el
chigüiro, el armadillo, el mico, la tortuga, la corocora, el oso palmero, la
garza y la rana. Los llevó al lienzo, les dio vida con óleo y los puso a
parrandear con arpa, cuatro y maracas, una obra conocida como ‘Parrando
llanero’, que poco a poco fue convirtiéndose en escultura. Y su madre es
Maritza Ramírez, instructora de artesanía en el Sena y licenciada de
Preescolar.
Daniel Miranda junto con su esposa Karen y su hijo Emiliano. |
Explica que a su
padre siempre le ha gustado la fotografía, que nunca faltó una cámara análoga
en casa y que inició obturando para sacar las mejores imágenes de las joyas que
él y su familia fabricaban hace una década. Con piedras semipreciosas el mismo
Daniel les daba forma de mariposas y su padre pintaba en óleo sus alas.
En una salida a
los llanos de Casanare terminó enamorándose de la fotografía. Su padre,
recuerda Miranda, le pidió que lo acompañara a un hato, no había agua, ni
energía, y allí hizo las primeras series fotográficas. Fue tanta la pasión que
le puso al trabajo que las imágenes sirvieron para exponer en la Galería
Guayupe, en Villavicencio, y hasta para ganar un reconocimiento.
De fotografiar
joyas con piedras semipreciosas pasó a capturar la sensualidad de preciosas
mujeres. Primero en un concurso de modelaje en un centro comercial de
Villavicencio y luego para revistas locales. Así ha ido en ascenso, ha
fotografiado a modelos y presentadoras como Cristina Hurtado y Johanna Uribe, y
su trabajo es reconocido en Bogotá, Medellín y Cali.
Daniel Miranda
también hace fotografía de producto y de comidas, pero su fuerte en este
momento son las modelos fitness,
mujeres bellas que quieren vender un estilo de vida saludable. Confiesa que no
ha hecho fotografías de damas totalmente desnudas, pero sí bastante sensuales. Algunas
lo buscan para congelar la belleza de los 30 y obsequiar imágenes de sus
cuerpos semidesnudos a sus parejas. Niega haber sido contactado por alguna
‘madame’ y que haya visto alguna de sus fotos en catálogos lujuriosos. Eso sí,
es claro en afirmar que la desnudez nunca ha sido un tabú en su casa, incluso
su padre ha pintado mujeres desnudas y creció en medio de libros de anatomía.
Aprendió de
fotografía viendo los manuales de las cámaras, visitando blogs en Internet,
siguiendo los consejos de su padre y trabajando con Juan Herrera, un reconocido
fotógrafo de la capital del Meta. También se capacitó en la escuela de cine y
fotografía Zona Cinco, en Bogotá, y realizó un taller de moda en la República
de Cuba cuando en la isla se celebraba el aniversario número 50 de la
revolución.
Justo en el
momento en que le pregunto por la manera de esquivar las posibles embestidas de
celos de su esposa cuando tiene en frente a tanta mujer bella, entonces aparece
ella, su mujer, también hermosa, rubia y vestida de jean.
“Ella es la
susodicha —me dice mientras carga todavía al pequeño que mira de reojo— Me
están preguntando por ti, que cómo hace para no ponerse celosa”. Entonces ella
responde con una sonrisa: “Ah, no, ya es costumbre, nunca me ha afectado,
¿cierto?”
—Le contaba que
en Europa tú me ayudabas.
Su esposa
asiente con la cabeza.
Retomamos la
conversación, esta vez sin ella. ¿Pero entonces cómo manejan los celos? Es
sencillo, responde: “Se hace amiga de ellas”, vienen las risas y agrega: “Yo
creo que todos le preguntan lo mismo, pero ella conociendo y estando conmigo se
ha dado cuenta cómo son las cosas. Por ejemplo, en Europa les escogía la ropa,
les sugería, les echaba el aceite y las cosas, ese viaje a Europa fue como una
prueba”.
Y sí que fue una
prueba, no solo porque ya tienen más claro que, con las clases de maquillaje a
las que desde hace unos meses asiste su esposa, podrían trabajar en equipo,
sino porque el panorama de migrar es más claro.
Antes de esta
entrevista se preparaban para viajar por primera vez a Miami, donde ya han
hecho contactos con modelos fitness y
con revistas de moda. Si no terminan radicados en Madrid, la segunda opción
podría ser la Florida, en los Estados Unidos. En la ciudad del sol vive su
mejor amigo, Arley Galán, pareja sentimental del reconocido odontólogo de
Villavicencio Jimmer Hernández y padrino de su hijo.
“A Arley lo
conocí haciéndole unas fotos a Jimmer, nos hicimos muy amigos, hemos sido como
de viajes, ha estado siempre desde que nació el niño y ellos tienen un proyecto
de radicarse, de abrir una clínica de ortodoncia en Miami, entonces están bien
ubicados”, cuenta.
Allá o aquí, en
España, Miami o en en los llanos orientales, Daniel Miranda seguirá en su
trabajo rodeado de bellas mujeres, pero con la claridad de que sus mayores
tesoros son su hijo, su esposa y su cámara, con quienes abrirá un nuevo camino
en busca de los flashes del éxito.
Andrés Molano Téllez
Agenda Hoy
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