Resultados del foro municipal ‘Una mirada crítica al futuro de la cultura en Villavicencio’
Mayo 16 de 2020
Puntos de vista diferentes acerca de la identidad cultural de los habitantes de la capital del Meta surgieron durante el pasado foro municipal ‘Una mirada crítica al futuro de la cultura en Villavicencio’, realizado el miércoles 13 de mayo por la revista Agenda Hoy y transmitido por Facebook Live, evento durante el cual también se hizo una crítica al capítulo del sector en el proyecto de Plan de Desarrollo y se concluyó con una serie de propuestas.
El tema de discusión se abordó en tres bloques, a partir de igual número de preguntas, cada una contestada en un lapso de cuatro minutos. Los invitados tuvieron derecho a una réplica por interrogante, esta vez, de dos minutos.
El foro, moderado por Andrés Molano, director de la
revista Agenda Hoy, contó con la participación de César Ernesto Agudelo,
maestro en artes plásticas; Patricia Betancourt, representante de la junta
directiva de la Sociedad de Artistas del Meta (Sodeartmeta); Gládier Charry de
García, gestora cultural y maestra en artes en plásticas; Jonathan Corpas, director
del colectivo ArteMeta; Franklin Díaz, presidente de la Asociación de Artistas
del Meta (Adam); Ómar Eduardo Gómez Reina, maestro en artes plásticas; Yuly
Andrea González, directora de la Corporación Cultural Municipal de
Villavicencio (Corcumvi); Luz América Rey Sierra, gestora cultural, directora
de Corculla y del musical ¡Vive Zaperoco!; y Andrea Rivera, directora de la
Fundación Arte, Arquitectura y Pensamiento (Fuapé).
Hubo algunas coincidencias acerca de una multiculturalidad,
pero marcada por una gran influencia llanera, mientras que, por el lado académico,
se sugirió que lo más pertinente era hablar de identidades, por considerar que la
categorización actual de la cultura local está basada en una hegemonía racista
y patriarcal.
En lados contrarios estuvieron América Rey, directora
de Corculla, y Ómar Gómez, maestro en artes plásticas. Ella argumentó que la verdadera
identidad cultural de Villavicencio era la llanera, por ser este el territorio en
el cual se realizan los eventos más importantes del folclor de la tierra llana,
por una vocación ganadera y porque la capital del Meta es una vitrina y
catapulta para los artistas llaneros. Sin embargo, Ómar Gómez y César Agudelo, también
maestro en artes plásticas, coincidieron en que la identidad local está subordinada
por la lógica totalitarista dominante de la llaneridad.
“Ni
verdadera identidad cultural, construcción falocéntrica estatalista por
excelencia, ni plano y conveniente multiculturalismo, como simple sumatoria de
idiosincrasias de nuevos esencialismos”, expresó Gómez, quien pidió que se
realicen abordajes investigativos rigurosos, novedosos e interdisciplinares, “más
allá del espectáculo”, mientras que Agudelo consideró que la multiculturalidad
es una muletilla, insistió en la identidad como una categoría obsoleta en la
cultura, por relacionarse con proyectos totalitaristas, y prefiere se realicen un
análisis y observación más integrales.
Andrea
Rivera, directora de la Fundación Arte, Arquitectura y Pensamiento (Fuapé), cuestionó
que existiera una verdadera identidad cultural en la ciudad, y sobre todo llanera,
como si fuera única y esencialista. Por el contrario, hay una
multiculturalidad, agregó, mestizos, afros y gentes provenientes de otras
ciudades.
“Esta
identidad se va construyendo de una manera constante a medida que vamos trabajando
en nuestra propia realidad y en nuestros diferentes momentos de la vida”,
puntualizó.
La
evolución de las identidades también fue mencionada por Jonathan Corpas,
director del colectivo ArteMeta, en donde Villavicencio, como el mundo entero,
se globaliza y se convierte en una metrópolis cultural, pero aclara que “tiene
su idiosincrasia arraigada a la cultura llanera”.
Franklin
Díaz, director de la Asociación de Artistas del Meta, y Patricia Betancourt, en
representación de Sodeartmeta, estimaron prudente hablar de multiculturalidad y
coincidieron en que es notable el desarrollo folclórico y cultural llanero en
Villavicencio, mientras que Gládier Charry, gestora cultural, dijo que la identidad
cultural de un pueblo no es homogénea, sino que es un cúmulo de culturas
individuales.
Cuando
se les preguntó a los panelistas sobre la relación de esa identidad cultural en
el Plan de Desarrollo, aparecieron las críticas y los aplausos al Plan de Desarrollo
municipal, el cual se debate por estos días en el Concejo de Villavicencio.
Todos
reconocieron la convocatoria abierta y los espacios de diálogo realizados en
torno a la llamada Escuela de Ciudad, pero a su vez se preguntaron qué pasó con
todas las opiniones, sugerencias y solicitudes recogidas, al no identificar
muchas de ellas en el Plan de Desarrollo. Agudelo, incluso, dijo que se trató
de “una pantomima y falsa democracia”.
La
directora de Corcumvi, Yuly Andrea González, defendió el ejercicio de
diagnóstico, mediante el cual, dijo, se reafirmó la visión de
multiculturalidad, en el que se les dio cabida a todas las áreas nuevas,
alternativas y al fortalecimiento de las tradiciones llaneras, sin embargo, su
postura fue contrariada por César Agudelo.
El académico
fue enfático en afirmar que el Plan de Desarrollo es “extremadamente perezoso,
simplista y esencialista, quedando reducido a cultura ciudadana y llanera,
patrimonio cultural y lectura como únicos campos del sector” y concluyó
diciendo que la metodología no fue efectiva, el análisis de la información y el
diagnóstico se desarrollaron “sin consultar fuentes idóneas”, las metas están
desarticuladas y muchas son ambiguas y criticó fuertemente el proyecto de museo.
Varios
de los invitados al foro destacaron la inclusión de los nodos culturales en
cada comuna. Jonathan Corpas aplaudió la iniciativa, porque considera que se “está
atendiendo la multiplicidad y la diversidad cultural”. A su vez, Gládier
Charry, sugirió que también estos se lleven hacia las veredas, a la zona rural,
pero con la participación activa de los artistas en comunicación con los
habitantes de cada sector.
Al
igual que Gládier Charry, Franklin Díaz dijo que la relación entre la identidad
cultural y el Plan de Desarrollo era acorde, “ya que permite el repensar la
reestructuración y el valioso aporte multicultural en el que está inmerso nuestro
municipio”.
Durante
el último bloque del foro, los panelistas hicieron varias propuestas de cómo
debería manejarse la cultura durante y después de la crisis, y realizaron
algunas peticiones para ser incluidas en el Plan de Desarrollo de Villavicencio:
Andrea Rivera, directora de la
Fundación Arte, Arquitectura y Pensamiento (Fuapé).
Replantear
las prácticas del hacer y del comercializar.
Generar
un salario mínimo básico, una beca, un incentivo para los artistas, para cubrir
la emergencia, una ayuda mínima para que puedan producir con el compromiso de
crear un aporte a las instituciones o a los espacios del sector.
Distribuir
equitativamente el apoyo en todas las áreas artísticas y culturales de los ejes
del Plan de Desarrollo (gestión, formación, creación, presentación, circulación,
investigación, fortalecimiento, convocatorias, concertación, infraestructura y
dotación).
Fortalecer
el campo artístico desde todas sus áreas.
Incentivar
el sentido de pertenencia por la ciudad.
Generar
un pensamiento colectivo, participativo y crítico.
César Agudelo, maestro en artes
plásticas.
Congelar
todos los presupuestos de cultura, para que no se siga despilfarrando el dinero
en medidas pasajeras, como caravanas y cursos virtuales.
Reescribir
el apartado de cultura en el Plan de Desarrollo, convocando a expertos y/o
profesionales con títulos o estudios en gestión cultural y/o trayectoria en
diseños de políticas públicas culturales y como requisito indispensable tener
conocimientos y experiencia demostrable en el campo de cultura en
Villavicencio.
Desistir
de la idea caprichosa del museo con nombre incongruente, pues es un proyecto
que acarreará gastos enormes, que se quedarán en contratos de infraestructura,
dotación y burocracia y, por tanto, desangrará el presupuesto de cultura,
dejando en condiciones muy precarias al sector y otra vez excluyendo a los
gestores culturales.
Implementación
inmediata y urgente de nodos culturales en cada comuna y corregimiento, como
puntos de identificación, apoyo, fomento y activación de los agentes culturales
y las dinámicas de la cultura.
Implementar
un plan de fomento a la economía cultural, del cual deben salir un programa de
estímulos, un programa de concertación y un fondo de fomento a la cultura,
entre otros.
Iniciar
estudios de factibilidad de una facultad de artes en Villavicencio.
Crear gerencias
o secretarías asesoras por cada una de las diferentes áreas de las culturas y
las artes.
Crear una
asamblea diversa y plural para las culturas y las artes en Villavicencio, como
un espacio de participación ciudadana efectiva, en ella deben tener cabida los
diferentes sectores sociales, culturales y artísticos de Villavicencio. Así
como también diferentes instancias de la institucionalidad. El fin único de
este espacio participativo, es discutir sobre diversos aspectos de la cultura
en Villavicencio. De allí debe salir un documento que será la hoja de ruta de
la administración municipal para el sector cultural y que puede convertirse en
la política pública de las culturas y las artes en Villavicencio, esta asamblea
deberá ser apoyada y gestionada por Corcumvi.
Superar
el voluntariado, que en últimas se vuelve una precarización, que no compete
realmente a la cultura.
Permitir
un apoyo directo a los artistas y deshacer la monopolización por parte de
contratistas.
Franklin Díaz. director de la
Asociación de Artistas del Meta.
Consolidar
una base de datos clara, concreta y verificable, donde se identifique quién
vive realmente del arte, para distribuir de manera equitativa las ayudas
otorgadas por el ente gubernamental.
Crear un
incentivo considerable durante la crisis del Covid-19, para brindar oportunidades
laborales a los artistas, según los recursos designados.
Dirigir
las oportunidades de trabajo a todos los agentes culturales de Villavicencio y
dejar a un lado el pago de favores políticos y familiares.
Gládier Charry de García, gestora cultural y
maestra en artes plásticas.
Dejar los
egos.
Pensar
en colectivo.
Generar
agendas comunes y ejecutables a corto, mediano y largo plazo.
Nodos
culturales con presencia de artistas y en contacto con las comunidades, también
en veredas y en zonas rurales.
Acceder
a los recursos del orden nacional.
Promover
alianzas con otras secretarías para que las campañas que desde allí se generan sean
realizadas por los artistas.
Generar
un espacio formal de concertación, con diálogos permanentes y sistematizados.
Abrir
espacios a los jóvenes y a nuevos pensamientos.
Jonathan Corpas, director del colectivo
ArteMeta
Realizar
capacitaciones para incentivar la creación, la investigación y la circulación.
Incentivar
y capacitar a los artistas para que pongan toda su papelería en orden.
Realizar
capacitaciones en formulación y presentación de proyectos.
Distribuir
equitativamente los recursos e inversiones en todas las áreas culturales y
artísticas.
Realizar
capacitaciones para acceder a cada uno de los beneficios y contratos de los
gobiernos local, departamental y nacional.
Articular
los proyectos culturales de la Alcaldía de Villavicencio, y todas sus
secretarías, con el Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana.
Articulación entre la cultura y el resto de secretarías.
América Rey, directora de Corculla.
Generar
ayudas a las organizaciones culturales constituidas y que generan empleo.
Crear
un programa de estímulos del que se beneficien también las organizaciones culturales.
Promover
el turismo cultural y la agenda anual del Día de la Llaneridad.
Patricia Betancourt, representante de
la junta directica de Sociedad de Artistas del Meta (Asoartmeta).
Crear estrategias
que permitan reevaluar la situación y ejecutar proyectos que se adecúen a las
circunstancias de los artistas.
Yuly Andrea González, directora de
Corcumvi.
Crear incentivos
que abarquen todas las áreas culturales.
Reinventar
las actividades culturales, a través de medios digitales.
Crear alianzas
con otras secretarías.
Generar
productos culturales innovadores y de gran alcance, a través de nuevos medios.
Reinventar
el sector entre todos los agentes de la cultura, sin egos y buena fe.
Ómar Eduardo Gómez, maestro en artes
plásticas
Repensar
el sistema cultural de Villavicencio, la estructura operativa de sus prácticas
de creación, producción, circulación y consumo.
Realizar
un ejercicio analítico, permanente de correlación entre el levantamiento
corroborado de un censo poblacional del sector focalizado en los individuos y
grupos más vulnerables.
Adelantar
un detallado seguimiento financiero de lo público, la legislación pública en el
contexto de crisis y el monitoreo de la situación sanitaria.
Elaborar
un plan de inversión presupuestal que garantice condiciones integrales de vida
digna a sus actores culturales.
Replantear
el rediseño estructural de la serie de productos planteados en el Plan de Desarrollo
municipal, el cual requiere una voluntad de acercamiento etnográfico y de la
comunidad a las nuevas condiciones de vida en medio de la crisis y no
simplemente una concepción estatal asistencialista cultural.
Atender
todas las propuestas creativas que surjan con veedurías ciudadanas.
Implementar
la estrategia ‘Creadores del piedemonte’, proyecto radiofónico colectivo de
creación e investigación, en el cual, a partir de historias de vida, se reúna
una colección completa de los actores y los colectivos culturales, para
construir conocimiento y pensar qué hemos sido, qué somos y cuáles son las
posibilidades reales.
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