Hair Leal abrirá exposición en el salón de arte Flor Amarillo
Febrero 16 de 2022
La exposición 'La vida en rojo', de Hair Leal, será inaugurada el jueves 24 de febrero en el salón de arte Flor Amarillo de Villavicencio, a partir de las 7:00 de la noche.
Son 24 pinturas en técnicas mixtas con las que el autor, en palabras de Héctor Ramírez, curador, «muestra sus vivencias y su lectura de los últimos años», en donde incluso lo regional se hace presente a través de los símbolos del cachacero. Para el pintor, esta exposición es también la sala especial 'Colombia es Cachacero'.
La exposición estará abierta desde el 24 de febrero hasta el 22 de abril, de
lunes a viernes, de las 10:00 de la mañana a las 5:00 de la tarde.
A continuación, el texto curatorial, escrito por Héctor
Ramírez:
LA VIDA EN ROJO
«Ver es más que
mirar, implica la detención en las características del objeto, supone el
análisis racional del mismo y no el simple ejercicio sensorial. Ver es una
actividad más elaborada que incluso presupone la actividad primaria de mirar» (…)
«El arte no es complicado, solo que nosotros tenemos el paradigma de que está
hecho para la representación y entonces cuando miramos nos esforzamos en lo
puramente evidente sea esta la técnica o el dibujo, quedándonos sin elementos de
juicio cuando nos abocamos a creaciones más artísticas que representativas». Francisco Gil
Tovar (1923-2017).
Estas premisas de
seguro ayudarán a entender la muestra que nos comparte hoy el maestro Hair Leal, denominada La vida en rojo. En ella
encontramos sus vivencias y su lectura de los últimos años donde, a través del
concepto, nos acerca a lecturas que implican más que mirar, lo que nos lleva a
la observación, entendida esta como proceso de diálogo del espectador y de la
obra, para encontrar en ella referentes claros que demarcan su intención al
momento de pintar.
La ausencia de fichas técnicas es parte del interés
por el concepto que el artista intenta encontrar con su público, donde incluso
una obra puede ser leída desde diferentes ópticas, dependiendo de quién observe
y lea. No hay títulos justamente porque en palabras del artista, sesgan la
observación; no hay medidas en tanto él considera que la obra está de cuerpo
presente y que la medida no dice nada; no hay técnica porque esta se repite y
hoy el purismo de la misma desparece bajo la palabra técnica mixta y, por
supuesto, no hay autor, porque considera que es una exposición individual de él.
Al ver las obras, como recomienda el maestro
Gil Tovar, se destaca un hilo conductor en rojo como color de fuerza, de
peligro, de alarma; este color se vuelve un símbolo presente, y deja claro que
para él la serie es eso, un grito por el análisis, una protesta contra lo
convencional y, ante todo, una preocupación por dejar de lado el papel
protagónico de la representación, tan actuante que incluso en esta exposición,
pese a todo, se hace presente a través de un tema regional que lo atrae por su
fuerza y por el sincretismo que representa, lo que da lugar a una Sala
especial, que él denominó Colombia es Cachacero.
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