Más de $4.000 millones en un solo contrato directo
Octubre 5 de 2024
El Instituto de Turismo de
Villavicencio adjudicó de manera directa un contrato por $3.530 millones a la
empresa Alivepro Producciones, representada por Allan Horacio Acosta Velásquez,
para la coproducción del Festival Llanero (CD-138 de 2024), que incluye contratación de
artistas, producción técnica y de campo, otorgándole además, según documentos
precontractuales, el derecho de recaudar dinero en boletería (palcos),
patrocinios y venta de alimentos y bebidas, porque, según el mismo Instituto,
el costo total de la coproducción asciende a $4.089.800.000 y el presupuesto en
efectivo que aporta el instituto no alcanzaría.Por la presentación de Silvestre Dangond se pagarán $1.100 millones.
Sin embargo, si las utilidades provenientes del recaudo de ventas superan lo previsto, estas serán liquidadas, y el contratista recibirá adicionalmente una comisión del 15% sobre los patrocinios y la venta de boletería, y del 7% sobre las ventas de alimentos y bebidas, lo que fortalecería aún más el negocio. Incluso, para el Instituto de Turismo, la proyección de ingresos para pagos sería de 4.264 millones.
Denuncian posible celebración indebida de contrato
Uno de los asuntos que llama la
atención es que en la invitación que el Instituto le hace al contratista, ni en
la propuesta del oferente se especifica cuánto cobra por cada una de las
obligaciones. Para el abogado Édgar Ardila, esto es ilegal, ya que se adjudica
un contrato por $3.530 millones, a pesar de que su valor real es de $4.089
millones. “Conducta esta, reprochable e ilegal, que viola los principios
rectores de la contratación estatal en Colombia”, agrega.
Aunque el proceso incluye la contratación de artistas ($2.809 millones); tarima, iluminación, sonido, audiovisuales ($960 millones); equipo humano, camerinos, vallas ($320.800.000), el contrato en mención se ejecuta como contrato de prestación de servicios de apoyo a la gestión, lo que para el abogado Édgar Ardila se podría configurar como una celebración indebida de contrato o sin el lleno de los requisitos legales, porque la contratación de artistas «jamás jurídicamente se podrá realizar mediante un contrato de apoyo a la gestión con una persona jurídica», es decir, «camuflan bajo servicios de apoyo un contrato de prestación de servicios artísticos».
Además, agrega el abogado, el sustento jurídico que le permite al Instituto de Turismo celebrar el Festival Llanero es el Acuerdo 27 de 2024 que ordena crear el Festival «enmarcado en la cultura llanera», pero los contenidos de este contrato «no son concordantes y carecen conexidad con el objeto del Acuerdo». Por ejemplo, hay pagos exorbitantes a artistas de vallenato, como el que se realizará a Silvestre Dangond, que asciende a $1.100 millones.
Tarifa de los artistas de la tarima principal del Festival Llanero de Villavicencio. Fuente: Análisis del sector incluido en proceso contractual. |
Contrato a dedo con empresa de menos
de tres años constitución
La empresa beneficiada, Alivepro Producciones, fue registrada el 6 de diciembre de 2021 en la Cámara de Comercio Bogotá, es decir, tiene menos de tres años de constitución. Aunque la normativa permite que su representante legal, Allan Horacio Acosta Velásquez, aporte su experiencia como persona natural, este presentó tres contratos, todos firmados en 2022. En otras palabras, la experiencia aportada en la documentación no supera los tres años.
La empresa fue matriculada el 6 de diciembre de 2021, según la Cámara de Comercio de Bogotá.
El Instituto de Turismo de Villavicencio autorizó, además, un pago adelantado del 50% del valor total de contrato, es decir, más de 1.500 millones de pesos, con el argumento de que es necesario realizar pagos adelantados a los artistas. Sin embargo, para el abogado Édgar Ardila, la razón habría sido porque Alivepro Producciones no tendría la capacidad financiera, porque, al revisar el registro mercantil, dicha empresa tiene apenas un capital de 100 millones de pesos, cifra que fue validada por el mismo contador del contratista.
Empresa a la que la adjudican contrato de más de $4.000 millones tiene apenas un capital de $100 millones.
¿Tráfico de influencias?
Sin embargo, lo que llama la atención es que Gutiérrez habría trabajado para Alivepro Producciones, la empresa a la que se le adjudicó el contrato de manera directa. En sus redes sociales, se evidencia su participación en actividades de dicha empresa, específicamente en uno de los conciertos de 2022, utilizado por el contratista para validar su experiencia, como se mencionó anteriormente.
Al ser consultado sobre su relación con la empresa, el subdirector afirmó que no trabaja para esta y que no ejerció ninguna influencia en la selección del contratista. Este medio también se comunicó con el director del Instituto de Turismo de Villavicencio, Mauricio Salinas, pero hasta antes de la publicación de este artículo no había respondido las preguntas.
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