La llanera Carolina Gaitán es Nelly en ‘Las
hermanitas Calle’
La actriz, nacida en Villavicencio, tiene el
papel protagónico de Nelly Calle, en la nueva telenovela del Canal Caracol, Las
hermanitas Calle, que se estrena este miércoles en el horario prime.
Carolina Gaitán, actriz llanera |
Gaitán, de 31 años, desde muy pequeña se
interesó por el canto, y pese a que quería ser comunicadora social, su amor por
la música fue tan grande que participó de una convocatoria para el reality
musical Popstars. Allí salió elegida como miembro del grupo al lado de Diana
Hoyos, actriz famosa de la telenovela Oye Bonita, y Natalia Bedoya, vocalista del grupo electro pop
Emma Project. Este grupo tuvo el nombre de Escarcha, hicieron presentaciones
por todo el país, pero lamentablemente duraron un año como grupo.
Luego
de su paso por Escarcha, participó de proyectos de fotonovelas, que sólo se
podían apreciar a través de Internet, para después incorporarse en La Súper
Estación y presentar dos programas, El Metro y El Fin de Semana. Aparte ha
realizado estudios en técnica vocal, baile y actuación bajo las tutorías de
Juanita Delgado, Wilmer Rivera y Laura García respectivamente.
En el año 2005 se convirtió en presentadora
de Amorcity, y su debut en la pantalla chica se dio ese mismo año, con la
producción Vuelo 1503, al lado de Maritza Rodríguez y Juan Pablo Gamboa.
En
2006 se vinculó con el Canal RCN durante tres años para participar de
producciones como: Así es la Vida (2006), Mujeres - Cuestión de Género (2006) y Zona rosa (2007), dichas producciones no
tuvieron el éxito esperado por el canal.
Su primera experiencia en el séptimo arte llegó
con la película de suspenso Satanás (2007), del director Andrés Baíz y que fue
protagonizada por el mexicano Damián Alcázar y Marcela Mar. En esa película,
Carolina hizo el papel de la amiga de Natalia que fue interpretada por Martina
García, y a su vez interpretó la banda sonora de la cinta llamada Mis Alas.
Para
2008, participó de su última producción para el Canal RCN llamada Novia para dos,
protagonizada por Manuela González y Lincoln Palomeque, en esta ocasión
hizo el papel de Johana, un papel en el que se sintió a gusto y donde podía
actuar y cantar. Luego regresó al Canal Caracol para trabajar en su primer
protagónico Gabriela, giros del destino (2009), donde interpretó a Gabriela,
junto a Andrés Toro que interpreta a Pablo.
En 2009 se integró al elenco de la serie
juvenil de Nickelodeon Latinoamerica, Isa Tk+, interpretando a Catalina, el personaje antagónico de
la serie. En el 2010 integra el elenco de la serie de Telemundo, La Diosa Coronada. En 2010 realiza su puesta en escena en la
obra, A 2.50 la Cuba Libre, donde trabajó con actirces colombianas
reconocidas, como María Fernanda Yepes, Indhira Serrano y Alejandra Borrero. En el 2011 realizó apariciones en series
unitarias como Decisiones y Mujeres al límite, e
interpretó a "Brenda" en un capítulo de la serie Mentes en Shock, de Fox Telecolombia. Posteriormente fue elegida para interpretar
a una prostituta en la telenovela Flor Salvaje.
En
2013, protagonizó junto al actor Juan Sebastián Calero la serie inspirada en la vida de Gonzalo Rodríguez Gacha, Alias el Mexicano, interpretando a Ana Belén Páez
Argüello, una joven que se ve involucrada con el reconocido narcotraficante
luego que éste comprara la corona del reinado del Joropo.
En Alias El Mexicano. |
Ahora regresa con Nelly
Calle. Este será su personaje:
La menor y primera voz
de Las hermanitas Calle es un centro de atracción ambulante y un viento
huracanado en el escenario; y no sólo por su belleza -que la tiene y mucho-:
sobre todo por su talento y su sentido del humor.
Hablamos de una mujer
expresiva y querendona, "entrona" y avispada, que sabe ganarse el
aprecio de los demás y que en su hablar cotidiano remacha con gracia y energía
todas las palabras de grueso calibre, porque hijueputazos y malparidazos le
sirven por igual a la hora de expresar rabia, alegría, emoción y cariño.
Si de Nelly Calle
dependiera, todos los días armaría fiestas. Con la plata es "volador
hecho, volador quemado". La mitad se le va regalándole a todo el que le
pide y el resto lo invierte en su vanidad y en sus gustos, que no son pocos ni
son baratos. Nelly, instalada en su trono de reina de la guascarrilera, gasta
millonadas en joyas, bolsos y zapatos que son, después de la música, sus
grandes pasiones.
El manejo que Nelly le
da a la plata es motivo de constante enfrentamiento con Fabiola, que intenta
hasta donde puede ser su freno de mano y su polo a tierra. Fabiola le pide que
piense en el futuro y deje de estar regalando plata: “porque una cosa es ser
generosa y caritativa, y otra muy distinta pasar por boba y por alcahueta”.
Pero con Nelly no hay caso: ella gasta y derrocha mientras su hermana ahorra e
invierte.
Nelly es una artista
nata, con todo el oído musical y una voz privilegiada. Nunca recibió una clase
de canto o afinación y perfectamente pudo haber brillado también como solista.
Nació aprendida y se tiene tanta confianza que ni siquiera va a los ensayos.
Nelly llega después de que Fabiola monta las canciones con los músicos, repasa
una sola vez, y en los shows le salen mejor que si las hubiera ensayado.
Le gusta el aguardiente.
Lo toma para "calentarse" antes de un show, cuando está alegre y
también cuando quiere echarle combustible a sus despechos. Tiene épocas en que
quiere vivir pegada a la botella, pero nunca llega al punto de irse contra las
paredes o “enlagunarse”. Y quienes se sientan a seguirle el ritmo en la beba no
entienden cómo Nelly Calle aguanta tanto trago sin emborracharse. La misma
Fabiola, en las pocas ocasiones en que se anima a tomarse sus guaros, después
del tercero ya está dando lora y hablando mal de los hombres.
Haciendo el show de
medianoche en el estadero “Los recuerdos”, Nelly conoce gente que dejará huella
en su vida, como la mentalista que le echa las cartas y le anuncia la llegada
del amor y del despecho, el nacimiento de su hija y hasta la enfermedad que se
la llevará de este mundo. Nelly tiene tan en cuenta lo que pueda decirle esta
señora, que incluso le consulta si el dueto debe o no grabar “La cuchilla”, una
canción con una letra violenta y muy controversial para la época.
Una noche de show en
“Los recuerdos”, con el candidato presidencial Belisario Betancur en primera
fila y ansioso de escucharlas, se revienta un regulador de voltaje. El susto y
la falta de corriente interrumpen la presentación. Apresurados, los empleados
del estadero corren a resolver el problema, pero no pueden dar con él. De
repente, de entre el público, sale un hombre bien parecido y se ofrece a
sacarlos de la dificultad. Mientras maniobra con los cables, Nelly le pregunta
sobre las causas del problema y el improvisado electricista responde que fue un
corto circuito y, coqueto, le advierte que si sigue mirándolo de esa manera, a
él le pasará lo mismo que al regulador de voltaje. Nelly sonríe. Logran
reanudar la presentación, y durante toda la noche Nelly y el tipo intercambian
miradas.
Este hombre se llama
Julián. Nelly tiene 24 años cuando lo conoce y durante los próximos 28
sostendrán una conflictiva y tormentosa relación, muchas veces interrumpida y
siempre amenazada por los celos obsesivos de parte de él.
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