Contraloría de Villavicencio alerta un hueco de más de $725 millones en Corcumvi y reprueba su manejo financiero
Diciembre 10 de 2025
La Contraloría Municipal de Villavicencio emitió un
informe preocupante sobre la gestión fiscal y contractual de la Corporación
Cultural Municipal de Villavicencio (Corcumvi), con un presunto daño a las
finanzas públicas por $725.115.273.
El resultado de la auditoría es definitivo y negativo: la
Contraloría determinó que las cuentas de Corcumvi para 2024 no están claras,
por tanto, no aprueba la cuenta fiscal (no fenece). Además, calificó la gestión
general de la entidad como «ineficaz». El organismo encontró 11 problemas
serios (hallazgos), de los cuales seis implican directamente la posible pérdida
de dinero público.
El problema más grande, que suma más de $622 millones, se
debe a que varios contratistas se negaron a entregar los soportes que prueban
que el dinero público se usó correctamente. Aquí, algunos de los hallazgos.
Ausencia masiva de recibos (hallazgos N° 10 y
11):
La Contraloría no pudo verificar el destino final de $622.200.000 transferidos
a contratistas para pagar a artistas y realizar eventos culturales. Aunque la
ley les da herramientas para exigir estos documentos (como los libros de
contabilidad), los contratistas no los aportaron. Esto deja la ejecución del
contrato en una completa incertidumbre sobre si los recursos se manejaron de
forma adecuada.
Una fuente cercana a Corcumvi consultada por este medio,
aseguró que la orden de no dar información provino de la misma directora de la
Corporación, Lucila Gómez, y los contratistas que omitieron la información fueron
Sandra Yined León Mora, de la Corporación Alianza Terra; Anderson González
Ovalle, de la Corporación Círculo de Calidad; Aldemar Pérez Montaño, de la Corporación
Corculder; y William Fernando Osman Beltrán, de Logística Empresarial.
Hasta el momento, la directora de Corcumvi, Lucila Gómez,
no se ha pronunciado al respecto, ni tampoco ha respondido los mensajes de este
medio de comunicación.
La Casa Llanera al Revés (hallazgo N° 09): Se
estableció un daño fiscal de $63.000.000 por la construcción de la Casa Llanera
al Revés. Aunque la obra se presentó como arte, fue levantada con materiales
débiles e ineficaces para el uso público y la exposición al clima, como láminas
de PVC (que el sol deforma) y pisos de madera que se dañan con la humedad. La
Contraloría advirtió que la obra no cumple con criterios técnicos para
garantizar su durabilidad y la seguridad de quienes la usan, debido a una mala
planeación desde el inicio.
Pagar lo mismo dos veces (hallazgo N° 06): En
un solo contrato, Corcumvi pagó por la misma actividad —un taller de cocina
típica llanera tradicional— en dos ítems separados, costando $25.000.000 cada
uno. Los documentos indican que ambas actividades se ejecutaron el mismo día,
en el mismo lugar, con el mismo profesional y para el mismo número de personas.
Esta duplicidad y falta de claridad en los soportes resultó en un presunto daño
fiscal de $25 millones.
«Analizando, el contratista debió cumplir con un total de
8 horas de capacitación a 30 personas en un solo día, por actividad, es decir
que en un solo día debió capacitar al sumar las dos actividades, 60 personas,
16 horas, pero la evidencia recabada no da claridad de la ejecución de cada
actividad, ya que es confusa en el contenido por circunstancias de modo, tiempo
y lugar», puntualizó la Contraloría.
Cuentas contables confusas (hallazgo N° 01): La
Contraloría dio una opinión financiera negativa debido a incorrecciones en los
estados financieros por más de $1.516 millones. Se detectaron problemas serios,
especialmente en las cuentas de bienes (como propiedades y equipos), donde los
saldos no coincidían con los inventarios reales.
Planillas de seguridad social sospechosas
(Hallazgo N° 05): Contratistas de Corcumvi adjuntaron
planillas de pago de seguridad social que correspondían a contratos que tenían
con la Alcaldía de Villavicencio para justificar sus obligaciones con la
Corporación, entre quienes se encuentran, según la Contraloría y con base en la
contratación señalada, Laura Rocío Mojica Peña (contrato 009 de 2024) y William
Augusto Sotomayor Vargas (contrato 054 de 2024).
Además, en otros procesos «se evidenciaron
inconsistencias en las planillas de pago de la seguridad social correspondientes
a los contratos 01-2024, 107-2024, 024-2024, 054-2024 y 009-2024, destacándose
pagos fraccionados y realizados de manera extemporánea, al parecer con el fin
de compensar periodos no cotizados oportunamente». Entre ellos están los
contratos del abogado Camilo Ernesto Rey Forero (01 y 107), quien es el asesor
jurídico de Corcumvi, y de la funcionaria Yorly Angélica Prada Bedoya (024 de
2024).
Lo anterior sugiere un posible intento de evadir los
pagos correctos a la seguridad social.
Contratos escondidos en Internet (hallazgo N°
04):
Se encontró que 16 de 40 contratos revisados no tenían todos los documentos
necesarios (como informes de supervisión y actas de inicio) subidos a la
plataforma pública SIA Observa, faltando a la transparencia y la publicidad.
Con base en el informe de la auditoría, se advierte que la
gestión de Corcumvi no logró demostrar la adecuada y transparente
administración de los recursos, lo que llevó a la Contraloría a no aprobar la
cuenta fiscal de la entidad y a exigir la formulación de un nuevo plan de mejoramiento.


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