Contraloría revela fallas estructurales y posible detrimento patrimonial
Diciembre 9 de 2025
La Casa Llanera al Revés, una de las atracciones instaladas por Corcumvi en el parque Los Fundadores, presenta deficiencias técnicas, según la Contraloría Municipal de Villavicencio, lo que podría representar un riesgo real para la seguridad de quienes la visitan. El ente de control emitió un hallazgo fiscal de $63 millones, al evidenciar que la estructura fue construida con materiales inadecuados y sin cumplir normas mínimas de ingeniería. Además, señala un presunto detrimento patrimonial y posibles responsabilidades disciplinarias.
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| La Casa al Revés está ubicada en el Parque Los Fundadores de Villavicencio. |
El Contrato 099 de 2025, firmado inicialmente entre Corcumvi y Leonardo Otero por $43 millones, y posteriormente ampliado con una adición presupuestal de $20 millones, tenía como objetivo la creación de una obra artística interactiva. Pero la Contraloría concluyó que, aunque se presentó como una intervención creativa, en la práctica se destinó al uso público, lo que exigía cumplir protocolos técnicos de seguridad para evitar riesgos a los visitantes, algo que no se cumplió.
La visita técnica realizada el 9 de octubre de 2025 fue
contundente: la estructura no garantiza estabilidad ni resistencia, y podría
representar un peligro de colapso o desprendimientos.
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| Fragmento de la auditoría realizada por la Contraloría de Villavicencio |
La Contraloría evidenció que la estructura presenta
múltiples fallas que comprometen directamente la seguridad de quienes la
visitan. Durante la inspección, los auditores encontraron que todas las paredes
fueron elaboradas con láminas de PVC de apenas 8 milímetros de espesor, un
material tan delgado que se deforma con la exposición al sol y cuya debilidad
estructural afecta la estabilidad general de la obra. El piso, por su parte,
fue construido con madera conglomerada, un material diseñado para interiores
que se hincha con la humedad y puede desprenderse con facilidad, generando
riesgos de tropiezos o hundimientos.
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| Fragmento de la auditoría realizada por la Contraloría de Villavicencio. |
La estructura metálica que soporta la obra tampoco cumple
con los estándares mínimos. Carece de recubrimientos anticorrosivos y ya
presenta puntos visibles de oxidación, lo que aumenta la posibilidad de fallas
en zonas críticas. A ello se suma un hallazgo especialmente delicado: en el
cielo raso se instalaron objetos decorativos suspendidos únicamente con alambre
dulce, un insumo para amarres temporales que no está diseñado para soportar
peso de manera segura. Esto implica un riesgo real de caída de elementos sobre
los visitantes, particularmente sobre niños, quienes suelen interactuar con
mayor cercanía en este tipo de atracciones.
La puerta de acceso, fabricada en madera entamborada,
muestra deterioro avanzado por la intemperie, y las ventanas de la estructura
no son más que aperturas irregulares sin ninguna protección contra la lluvia,
lo que acelera el deterioro y permite el ingreso de humedad que compromete aún
más los materiales utilizados.
La Contraloría concluyó que se trata de una obra expuesta
a un deterioro acelerado, con piezas susceptibles de desprenderse y materiales
incapaces de resistir su uso como estructura abierta al público. El informe
advierte que la Casa al Revés no cumple con los parámetros básicos de calidad,
durabilidad ni estabilidad, y que, en su estado actual, representa un riesgo
para la seguridad de los usuarios.
La raíz del problema, según el ente de control, está en las graves fallas de planeación en la etapa precontractual. La funcionaria encargada de los estudios previos, que fueron firmados por Lucila Gómez, directora de Corcumvi, quien además fue la supervisisora del contrato, omitió exigir requisitos técnicos obligatorios para este tipo de construcciones, elaborando pliegos incompletos, ambiguos y sin lineamientos de seguridad, lo que permitió que el contratista utilizara materiales inadecuados para una obra destinada a la interacción pública.
Para la Contraloría, estas omisiones configuran una posible culpa grave que compromete tanto la integridad patrimonial de la entidad como la seguridad de la ciudadanía.
Aunque la Contraloría ya ordenó medidas preventivas, la
obra queda como evidencia de los riesgos que genera la contratación sin
planeación técnica. El detrimento fiscal estimado es de 63 millones de pesos,
pero, según el informe, la preocupación mayor es la posibilidad de un accidente
causado por un colapso estructural o por la caída de elementos dentro de la
atracción.
La directora de Corcumvi, Lucila Gómez, no ha respondido a ninguno de los llamados de este medio.
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