Aparece el último dibujo de Erick Santiago
Como si supiera que eran sus últimos días de vida, el
pequeño Erick Santiago Rivera Rojas, de seis años, dibujó el que parece ser su
autorretrato, la figura de un hombre muy cerca al cielo.
A Erick lo asesinaron en Puerto López (Meta) y después
del crimen, la comunidad incineró la Alcaldía en protesta y exigiendo justicia.
Hace unas semanas, el dibujo del pequeño apareció. Días
antes de su asesinato, Erick había presentado el trabajo para el Concurso de
Pintura Trazos de Vida, sí Trazos de Vida. Paradójicamente la temática era la
paz. Así Erick veía la paz.
El tallerista y docente Apolinar Beltrán Villazón fue
quien estuvo con él el día que pintó el que iba a ser su último dibujo. Así
narra lo que conoció de Erick, el angelito de Puerto López.
"Cuando se escriben palabras sobre el deceso de un
niño, se siente dolor, impotencia, reclamos,
y ante todo, quedan miles de preguntas: ¿por qué Erick? Lo conocí hace
tres años, para el inicio una fiesta del Canoero.
Cuando instalaron las casetas
de artesanías a un costado del parque central de Puerto López. Una caseta era la de “don Rómulo” –padre del
menor- un artesano, buen hombre, tomador de tinto, fumador de cigarrillos,
hablador y muy cordial. Este cogió la costumbre de tomar tinto en la heladería
donde “Marta”, quien me lo presento, y de paso al pequeño Erick de tres años,
quien aparecía y desparecía, siempre con una sonrisa, y rumbo al parque a
jugar.
Luego observaba como su padre lo
llevaba de la mano al Hogar Comunitario I.C.B.F., me los encontraba, saludos y
un hasta pronto. Siempre compartía tinto y hablábamos y hablábamos con “don
Rómulo”. Quien no se fue del pueblo – le gusto este pueblo-. Instalo su caseta
cerca de la Concha Acústica (cerca al parque), después fue usual, que en el
parque donde instalan un saltarín-, se volviera el sitio preferido del niño:
jugaba, saltaba y sonreía. La última vez que me encontré al pequeño, fue en la
sede de primaria de la escuela Rafael Uribe –hace 12 días-, en el grado
primero, con su profesora Amparo Navas. Estaba dictando y socializando los
talleres de literatura “Gotas de Tinta” y de pintura “Trazos de Vida”. Mientras
les leía en voz alta a los pequeños, varios cuentos infantiles: -Erick, abría
sus ojitos, levantaba sus brazos-, mientras en conjunto de sus amiguitos reían,
preguntaban y reían.
Parte de mi labor literaria era invitarlos a participar a
los concursos, además tratar de escribir un cuento o pintar, decidieron pintar.
Erick, -hizo un dibujo-. Me lo entrego y me regalo una sonrisa angelical, y me
pregunto: ¿Cuando vuelves?... asegure, la próxima semana. Después sobrevino
todo este episodio trágico y demencial de este ese depravado psicópata de
origen brasilero que apareció en el pueblo y acabo con la sonrisa del menor, y
de paso nos revivió los miedos y la zozobra de tiempos oscuros pasados. Paz y en la tumba de Erick, y fortaleza para
“Don Rómulo” y su esposa.
Nota: De los hechos acontecidos en la quema de la
alcaldía y otros lugares, considero que es un campanazo de alerta, de una
desenfrenada descomposición social, dolor, impunidad, exclusión, desigualdad,
falta de gobernabilidad e institucionalidad
-causas y consecuencias sociales-, que nada justifican actos de
violencia--vengan de donde vengan-, los puertolopenses deben autoevaluar de
forma coherente esta dura realidad que vive nuestro pueblo, esa realidad no se
puede seguir ocultando con gestos de politiquería y mentiras".
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