La ‘bici’ es mujer
por la emancipación de la mujerLa bicicleta ha hecho más
que cualquier otra cosa en el mundo".
Susan B. Anthony.
Marzo 8 de 2017
Por: Jimena Rivera.
La bicicleta ha sido, desde su invención, una herramienta poderosa para que las mujeres reconozcan su autonomía, libertad y poder de decisión.
La bicicleta ha sido, desde su invención, una herramienta poderosa para que las mujeres reconozcan su autonomía, libertad y poder de decisión.
Muchos de los movimientos que han logrado
avances en la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres, vieron en la
bicicleta el símbolo perfecto para el logro de sus objetivos. Moverse sin
dependencia de los hombres, significó (y sigue haciéndolo) un gran avance. La
bicicleta brinda esa y muchas otras posibilidades a quienes se animan a usarla
como modo de transporte.
No
pretendo, como lo digo constantemente, que todos se suban a la bicicleta, pero
lo que sí es importante lograr, es que los que lo elijan, encuentren todas las
condiciones para hacerlo de una manera segura y cómoda. Las mujeres también,
por supuesto. Un estudio de la Fundación Despacio (2014) señaló que, en Bogotá,
el 25% de los usuarios ‘bici’ eran mujeres. Ojalá ese porcentaje aumente y que podamos
tener pronto algunas cifras en ese sentido para Villavicencio y generar hechos
que faciliten el uso de la bicicleta por parte de más mujeres.
Hasta
el momento, y según el Plan Maestro de Movilidad (2013), se conoce que 5.3 por
ciento de los viajes diarios en Villavicencio (más de 800.000) se hacen en bicicleta.
Es decir, más de 42.000, al día. Pero esa cifra debe haber aumentado gracias a
la generación de conciencia frente a la necesidad de movilizarnos de manera
sostenible. La ciudad cuenta, además, con 26.7 kilómetros de ciclo
infraestructura y está en proceso el corredor ecológico que contará con 4.5 kilómetros
adicionales de espacio exclusivo para la bicicleta.
En
Villavicencio ya es habitual ver a las mujeres pedaleando para ir al trabajo, a
la universidad, a llevar a sus hijos al colegio, ir de compras, hacer visitas, o
usarla como herramienta de trabajo y por razones recreativas y deportivas. Ese
escenario ciudadano en el que es posible ver a las mujeres apoderarse de las
calles, usar las ciclorrutas, liderar actividades cívicas, crear emprendimientos
alrededor de la bici, hablar en público, proponer acciones que generan cambios
positivos en sus entornos, son necesarios y deben alentarse. En esos espacios
la tarea por lograr la igualdad sigue viva, porque aún hay personas que no
soportan el liderazgo femenino.
¿Qué puedo recomendar a una mujer que
planea usar la bici?
Deje
atrás los prejuicios, infórmese, planee sus rutas, identifique sus debilidades
y trabaje para mejorarlas, aprenda mecánica básica, consiga una bicicleta (no
importa cuál), use elementos que permitan hacerse visible en las noches, como
luces y prendas reflectivas, atienda las señales de tráfico, conozca sus
derechos (Ley1811 de 2016) y listo: a disfrutar de la movilidad activa, la que
aporta, cuida el medio ambiente, la que no consume gasolina, quema calorías,
aporta felicidad y hace mujeres valientes. En una sociedad machista, ser mujer
y subirse a la bicicleta para moverse por la ciudad, a pesar de los riesgos y
de los 200 años que han pasado desde su invención, resulta ser una estrategia
poderosa para promover la movilidad sostenible.
Anímense,
la ‘bici’ también es mujer: llena de gracia, poderosa, plena y feliz.
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