Réplica a la desinformada respuesta de Alexander Cobo
Diciembre 23 de 2020
Opinión
“Me complace que te tomaras el tiempo para responder a la carta que le escribí a la Directora de Corcumvi sobre los desafortunados acontecimientos del Desfile de Comparsas de Mitos y Leyendas de Villavicencio. Es un privilegio que además de la amistad y el respeto, nos medie la posibilidad del diálogo y del disenso.
Presentación de comparsas. Foto: Corcumvi. |
“No comparto tu argumento de que mi carta es
una afrenta personal e injusta contra la Directora de Corcumvi, porque no la
presenté formalmente ante la entidad ni ante un supuesto comité técnico,
reitero lo que escribí: “entenderás que como Directora de la Corporación,
asumes los éxitos, los fracasos y cuestionamientos a las acciones de la
institución”.
“Entiendo que tu carta es una opinión sobre un
proceso y unos acontecimientos que desconoces y por ello deberé corregirte
punto por punto, sintiendo mucho que tu desinformación sí ponga en escarnio
público a la directora de Corcumvi:
“Estoy de acuerdo contigo, “la experiencia
por sí sola no otorga autoridad” de la misma manera que el entusiasmo y las
buenas intenciones por sí solas tampoco otorgan conocimiento. Apelé a exponer mi larga trayectoria como
artista, gestor e investigador, para validarme ante una entidad que irrespetó
nuestro trabajo como artistas, de la misma manera que tú apelas a tus 30 años
de trayectoria para opinar sobre hechos que desconoces.
“No sé si necesariamente fue valentía o
necedad realizar el evento en el contexto de la pandemia. Lo cierto es que con valentía o sin ella, es
responsabilidad de los servidores públicos de la cultura hacer los procesos con
calidad y transparencia con las comunidades participantes. Tu argumento de que se
debe agradecer a los funcionarios públicos por su mala gestión solo porque
dicen que tenían buena intensión, me produce escozor y no lo puedo compartir. Considero inadmisible la mala ejecución de
actividades con recursos públicos así el ejecutante sea un amigo cercano, en
esa consideración tú y yo estamos en orillas muy distantes.
“Sobre tu segundo punto sí debo detenerme a
explicarte el contexto, porque el macartismo de graduar de enemigos a los
críticos y enlodarlos moralmente para acallarlos me parece una bajeza de tu
parte.
“Es absolutamente falso que “subió la voz
y faltara poco para irse a las manos incluso con damas”, Alex, acusarme de
atropellador y maltratador de las mujeres además de una infamia es una sucia
estrategia política digna de las dictaduras,
eso no es coherente con una proyecto político alternativo que dices
defender.
“Brevemente te explico en contexto:
“Al ver que las condiciones de evaluación y
juzgamiento de las comparsas habían cambiado justo antes de iniciar el evento
establecí comunicación con el equipo de logística y con la Directora. Le expliqué que de acuerdo a la convocatoria
que Corcumvi publicó, nuestro trabajo era una comparsa que requería el espacio
de cuatro canchas para desfilar, que nos era muy difícil presentarnos en una
cancha. En una primera ocasión la
Directora me dijo que sí podía desfilar en la calle.
“Mientras los otros grupos improvisaban y se
presentaban en la cancha le pregunté a la Directora si “veía prudente que el
jurado bajara de la tarima hacia el andén para que me evaluaran”. Ella me dijo que hablara con el jurado. Yo le expliqué que por respeto, no es
correcto que un participante hable ni intervenga con el jurado. Ella diligentemente fue hasta donde el jurado
y como respuesta me dijo que dos jurados bajarían hasta el andén.
“Me fui a analizar la situación con mi equipo
de trabajo a ver si nos dejábamos evaluar por dos de los cinco jurados o si improvisábamos
una versión de la comparsa estática en la cancha, es decir perdíamos todo el
trabajo de montaje realizado durante las últimas semanas y así pondríamos en
riesgo la calidad de la presentación. Se
acercaba el momento de presentarnos.
“Llegó una señorita auxiliar de logística sin
identificación a decirme que entonces yo debería desfilar en la calle y en la
cancha, lo que me pareció absurdo y una falta de coordinación pues una cosa
decía la Directora y otra la gente de logística. La improvisación al cambiar las reglas del
concurso sin avisar a los participantes y la descoordinación logística me
permitieron concluir que los organizadores no estaban teniendo en cuenta los
riesgos jurídicos que estaban tomando o que simplemente no tenían idea de organización
de un evento.
“Para proteger a la institución de sus
propias equivocaciones yo quería explicarles los riesgos jurídicos que estaban
asumiendo con semejante improvisación, pero ellos tras de estar equivocados y
actuando contra su propio reglamento, no querían escuchar.
“En ese momento me enviaron a un muchacho de
seguridad alto y fornido seguramente para convencerme de que cumpliera la nueva
orden que no se ajustaba al reglamento.
El muchacho me preguntó quién era yo, que cómo me llamaba y ahí empezó
la discusión, pues me sentí intimidado. Si ya había un acuerdo con la Directora
¿Por qué los de seguridad debían presionarme para presentarme en otras
condiciones por fuera del reglamento?, ¿Era el personal de seguridad el
encargado de comunicarse y presionar a los artistas?.
“Es a ese muchacho de seguridad que le
respondo: “Soy Felipe Chávez, pero para usted, Magíster Felipe Chávez, tengo una licenciatura en filosofía, una licenciatura en artes y una maestría en
cine, yo sí sé cómo se hacen estas cosas
y ustedes lo están haciendo mal”.
“Restregué” mis títulos (que me han costado
años de estudio y esfuerzo) como una estrategia de defensa contra el atropello
del que yo era víctima. No hubo manoteos y los gritos eran los apenas
comprensibles por el sonido de la tarima.
“En ese momento se acercó la Directora a
decirme que dos jurados bajarían a evaluarme, yo le pregunté si le parecía
justo que me calificaran dos de cinco jurados.
Ella insistía en que la convocatoria hablaba de la presentación frente
al jurado y yo le insistía en que deberían evaluar el desfile de una comparsa.
Finalmente le dije: “Pero no vamos a discutir, vamos a participar en tu concurso de teatro”. Ella me respondió en el mismo volumen de voz
e ironía, algo respecto a que yo era el único que no sabía que estábamos en
pandemia y se señaló el tapabocas. Yo le dije que algo como “No, tú fuiste
la que se inventó un evento en pandemia y tu trabajo es hacerlo bien”. Ella se giró y se fue.
“Gran parte de esta situación está registrado
en el video disponible en este enlace https://youtu.be/4GkGWVo9UuQ
, donde no se puede deducir una actitud corporal “de irse a las manos con
las damas” como temerariamente tú lo afirmas. Simplemente fue una discusión en medio del
ruido del evento. En el contexto donde
yo soy un artista participante y hay una institución con un equipo de logística
y seguridad yo no tengo ninguna posibilidad de agresión, todo lo contrario,
tuve que usar la voz como mi única herramienta para defenderme del atropello de
Corcumvi.
“Sobre la subida de voz ya pedí excusas en
público y en privado, espero la gallardía de que me las acepten y que la
institución también se disculpe con los artistas atropellados.
“En este enlace https://youtu.be/evxY9TGqag8 está registrado otro director de comparsa
gritando frente al jurado como única herramienta para hacer respetar su trabajo,
y anexo la carta que el Maestro Carlos García radicó ante el alcalde
denunciando los mismos hechos, lo que demuestra que el atropello y
autoritarismo no fueron solo contra mí, sino contra la mayoría de grupos
participantes a los que se les cambiaron las condiciones, lugar y tiempo de
presentación.
“Frente a tu argumento de que el evento no
tuvo la logística adecuada porque eso le correspondía al Instituto de Turismo,
solo diré que le haces un flaco favor a la Directora, pues la haces parecer una
incompetente al no ser capaz de realizar la coordinación inter institucional
para que se disponga lo necesario para la buena realización del evento, pero
esa descalificación contra ella es tuya, yo no sería capaz de acusarla de algo
tan injustamente.
“El documento de la convocatoria tiene el
logo de Corcumvi en todas las páginas, los logos del Imder y el Instituto de
Turismo solo aparecen una vez en la portada.
Uno entiende que es Corcumvi responsable del evento pues la Resolución
061 que reglamente la actividad está firmada por la Directora de Corcumvi.
“Ahí sí creo que “escarbas muy bajito”
para dejar de defender a la Directora y empezar a atacarla pues si ella no es
la directora del evento ¿Entonces quién es el responsable?.
“No me puedo referir a cómo se ejecutaba el
dinero en anteriores administraciones de Corcumvi ni a cómo lo hacen en el
Instituto Departamental de Cultura, estas cartas se refieren a un evento
puntual del pasado 18 de diciembre. Solo
puedo decir que los eventos se deben hacer con la logística necesaria para que
salgan bien y en este caso hubo demasiados falencias logística para un solo
evento de esa magnitud.
“No entiendo cómo haces para deducir que yo
desconozco la importante opinión del jurado de Barranquilla, si mi texto fue
escrito apenas unos minutos antes de que los jurados hablaran en el evento de
premiación. No tengo el don de la
adivinación para anticipar lo que va a opinar un jurado después de que yo
escribí la carta. No tengo más que
respeto por el jurado y los defendí en mi carta cuando afirmé: “Convocaste a
un concurso en unas condiciones y pusiste al jurado a evaluar otro formato en
otras condiciones”, y si leíste bien mi documento yo valoro la realización
del evento en estos términos:
“’Que valores la calidad y cantidad de
propuestas que se presentaron sin inversión pública, eso da cuenta de la
vitalidad del movimiento cultural municipal.
Allí hay una oportunidad donde tu
intervención desde la dirección de Corcumvi puede contribuir al desarrollo
social de Villavicencio y a la consolidación del Plan de Desarrollo…’
“Tu cuarto punto me parece francamente
desconcertante, no entiendo cómo quieres hacer una defensa de la Directora, pero
la acusas así tan olímpicamente de un manejo oscuro del concurso cuando afirmas
que ella “consiguió patrocinio a muchos de los directores de comparsa
participantes, quienes no recurrieron a sus menguados ahorros…” resulta que esto era un concurso para
entregar unos premios a las mejores comparsas, pero según tu afirmación, la Directora
consiguió patrocinios para los directores de comparsas, yo como participante nunca me enteré de la
posibilidad de acceder a esos patrocinios, es decir que según tú, la Directora
premió por anticipado a ciertas comparsas y no lo hizo público, de lo que
deducimos que entregó esos patrocinios en secreto y a dedo por amiguismo y lo
que es más grave, los puso a competir en
igualdad de condiciones con otros a los que no nos consiguió patrocinio.
“Yo no tengo información de directores de
comparsas que hayan recibido patrocinios gestionados por Edith, ni se me ocurre
pensar que la Directora haya realizado esas jugadas tan turbias en un concurso
público, pero si tú tienes esa información te solicito que lo tramites con las
autoridades competentes. No sé cómo se podría tipificar eso penalmente pero estoy
seguro de que es éticamente reprochable.
“Pero insisto, me niego a creer que hubo ese
tipo acciones sucias en el concurso, pues lo que yo vi fue el esfuerzo de los
grupos por crear sus comparsas con sus propios recursos.
“Y respecto a repartir el premio, obviamente
es lo que debo hacer pues fue el compromiso que hice con mi equipo de trabajo
de más de treinta personas que se sumaron a crear ese sueño.
“Yo también espero esa reunión técnica para
evaluar la actividad y proponer mejoras, conformar una mesa ampliada de
carnaval que ayude a diseñar la próxima versión. Pero me hubiera gustado tomarme un café con
la Directora para hablar calmadamente, pues no soy su adversario, solamente un
ciudadano que exige respeto por su trabajo.
Coincido contigo y este puede ser el nacimiento de un proceso cultural
histórico.
“Amigo Alex:
tengo la información suficiente en los documentos publicados por
Corcumvi y en mi experiencia personal en el evento, que puede corroborar
cualquiera de los mas de 500 participantes.
“Como ciudadano y como artista no acepto
ponerme el bozal que me propones para que yo tramite mis opiniones por el “conducto
regular”, ¿Cuál conducto regular?, ¿El de la obsecuencia o la hipocresía?,
bastante he luchado por la democracia en este país como para aceptar tu
invitación a amordazarme justamente frente a una institución cultural.
“Precisamente porque soy coherente en lo que
hago, lo que digo y lo que pienso, elevo mi voz contra los que se equivocan
mientras temporalmente ostentan el poder.
“Te agradezco el consejo, pero jamás he “maltratado,
ofendido ni insultado a una mujer”, esta estrategia tuya de enlodarme
personalmente para ocultar los verdaderos problemas del evento: ignorancia, improvisación y autoritarismo; es
una cortina de humo que cualquier lector evidenciará rápidamente.
“A diferencia de tí, yo no creo que un
proyecto político sea un dogma de fe en el que se cree o no. Yo no hice campaña, pero sí voté por el alcalde
actual pues me identifico con una política alternativa de inclusión social,
pero si esa política es la improvisación, la falta de logística, el maltrato a
los artistas y cultores, graduar a los críticos de enemigos y enlodarlos para
acallarlos, pues es muy difícil identificarse con ese proyecto político.
“Yo supongo que nada de eso tiene que ver con
el proyecto político de Felipe Harman, pero como decía tu abuela “mijo no
solo se debe ser, sino parecer”, los discursos no son suficientes, se
requiere ser coherente en la acción.
“No entiendo cómo intentas desviar la
atención sobre los errores identificados en el evento invitándome a opinar
sobre los procesos del Instituto Departamental de Cultura que no tienen nada
que ver en esta discusión, mi abuela también decía “Mal de otros, consuelo de
tontos”.
“Yo también termino como en mi primer texto
dándole todo mi apoyo y experiencia a Edith para que haga una buena dirección
de Corcumvi, pues si a ella le va bien a todo el sector cultural le irá bien,
reitero que:
“te invito a que saques grandes
aprendizajes de esta experiencia, a que busques asesoría para los temas que nos
conozcas, a que cuentes conmigo y con muchos otros artistas de trayectoria que
queremos una ciudad con más escenarios para la cultura…
tu intervención desde la dirección de Corcumvi puede contribuir al
desarrollo social de Villavicencio”.
“Concluyo igual que en mi primera carta: todo
esto se pudo haber evitado con una reunión de urgencia el día anterior en el
que se informaran las reales condiciones de presentación. Los participantes nos adaptamos a las
difíciles condiciones de la convocatoria y eso nos hubiera dado tiempo de hacer
los cambios en el ensayo final de la noche anterior. Pero hacer cambios de última hora pasando por
encima de las comunidades participantes es una demostración de falta de conocimiento
del sector y de empatía con la comunidad.
“Finamente no puedo estar de acuerdo con tu
slogan sobre “meter las patas y no las manos” según el cual es legítima
la mediocridad siempre y cuando no se roben el dinero de la cultura. Mi estándar ético es mucho más alto y creo
que la única opción en gestión cultural pública es hacer las cosas bien.
Gracias por este espacio de diálogo”.
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