Así nació la antigua plaza
Junio 29 de 2021
Hasta mediados del siglo XX, los acacireños, como en
prácticamente toda ciudad colombiana, acudían al parque principal, a donde
llegaban campesinos y armaban locales provisionales, utilizando mesas de madera
y algunas lonas de fique para cubrir sus productos del sol, como plátano, maíz,
soya, arroz, maracuyá, papaya, sandía y otras frutas que se dan en la región, y
estas se vendían a costo asequible a los pobladores.
A inicios de los años 60, campesinos y pobladores del
municipio comenzaron a ver la necesidad de tener un lugar fijo para hacer sus
compras periódicamente sin esperar un día específico, como se hacía en el
pasado. De este modo los acacireños se empezaban a familiarizar con una forma
alternativa de comercio.
Generalmente la fundación de una población o establecimiento
es adjudicada a una o dos personas, en el caso de la plaza central de mercado
de Acacías, su nacimiento se fundamentó en el trabajo mancomunado de la
colectividad campesina que materializó su construcción, inicialmente con
locales rústicos en madera que talaban en la parte llana del pueblo hacia el
oriente: mientras unos se encargaban de acumular la madera, otros organizaban
este terreno de una manzana completa (3.600 m2 aproximadamente). La madera se
utilizó para la instalación de las columnas de los primeros locales, y algunos
plásticos hacían las veces de paredes y puertas; con piso en tierra que en
tiempos de lluvia se convertía en lodazales, y una seguridad perimetral a base
de cercas con alambres de púas, digna de un municipio sin problemáticas de
delincuencia común.
El crecimiento de la plaza se dio poco a poco, como cuenta
don Eulalio Gómez, quien durante un tiempo descargaba los bultos de mercado y
productos los camiones: «se fueron uniendo más comerciantes que le dieron otra
cara al lugar, aquí solo se vendía alimentos, y luego se fue poniendo puestos
de ropa, zapatería, modistería, salsamentarías y restaurantes».
Lo anterior, sumado a ciertas problemáticas ocurridas entre
comerciantes, por espacios de terreno, llevó a que, en 1972, se creara una
administración que dio lugar a una organización que permitió mediante el
recaudo de impuestos, renovar las instalaciones. Con la pavimentación de
pasillos, el levantamiento de paredes en concreto y la adecuación de los
locales para una mejor asepsia, los comerciantes que se dedicaban a la venta de
productos cárnicos se vincularon al proyecto; ahora, sus locales se encuentran
bordeando el costado norte de la plaza, la cual está ubicada diagonal al
supermercado Gran ahorrar.
A pesar de que la plaza de Acacías ya cuenta con locales escriturados,
cada uno con servicios públicos, en la actualidad es un lugar incómodo y poco organizado
estructuralmente para comerciantes y habitantes del municipio, esto debido al
crecimiento de la ciudad y al atraso en comparación con otros centros de abasto
que existen en otros municipios del departamento, producto de la poca inversión
de las administraciones del municipio.
Actualmente, los comerciantes están a la espera de una
anhelada remodelación de la plaza, más que el deseo que tienen, hay un proyecto
establecido por la Gobernación del Meta en conjunto con la Alcaldía municipal.
Martha Cendales, comerciante de productos cárnicos, y Adriana
Cabanzo, de ropa y calzado, hablan de los diseños (renders) que les mostró la
oficina de planeación de la Alcaldía. Según recuerdan, la plaza tendrá
remodelaciones que dará comodidad a los comerciantes, como a los visitantes;
tendrá dos plantas, en una se manejará solo el sector de ropa, y en otra el de
comidas; esto significará la reestructuración total que tanto han esperado los
comerciantes, donde se les brinde comodidad, no solo a los habitantes del
municipio, sino a visitantes, y que la
plaza no sea el lunar del centro de la ciudad, sino que sea un espacio
llamativo y agradable de visitar, haciendo valer ese eslogan que dice ‘Acacías,
ciudad turística’.
Nota: Cabe recordar que existe otra plaza,
una nueva llamada Centenario, que fue construida con el fin de reubicar a los
comerciantes de la plaza central. Pero la mayoría rechazó el traslado debido a
lo que ellos consideran una mala ubicación geográfica, por estar a las afueras
de la ciudad, lo que puede representar pérdidas de utilidades, comparado a las
que han obtenido hasta ahora.
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