Luto en la fotografía
Julio 19 de 2021
Guillermo Herrera Vargas,
el fundador de Foto Herrera, falleció anoche en Villavicencio, por causas
asociadas al covid-19.
Guillermo Herrera. Foto: Óscar Bernal. |
La noticia de su partida,
cuando hace apenas unos días celebraba sus 89 años de vida, fue difundida en
redes sociales por sus familiares:
«Se fue al cielo mi papá,
mi maestro, el hombre que me heredó su arte y me enseñó la magia que se
transmite a través de la fotografía. Son incontables los rostros y momentos, los
que pasaron por su lente y que hoy hace que mantengamos vivo su recuerdo,
gracias a su vocación y bondad. Papá, tú partida fue muy prematura. Marcaste la
historia de nuestra bella tierra llanera y nos dejaste un maravilloso legado que,
sin duda, abanderamos con orgullo», escribió César Herrera, uno de sus hijos.
Guillermo Herrera Vargas
dejó un legado incalculable, cientos de miles de fotografías; muchas de ellas
registran el desarrollo de Villavicencio, la historia de una ciudad que lo acogió
hace cerca de 80 años, cuando llegó con su familia procedente de Fresno, en el
Tolima.
En vida recordaba que el lema de su padre siempre había sido estudiar o trabajar; la segunda fue su opción. La historia política del país lo obligó a dejar la
escuela. Con el magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán las clases se suspendieron.
Para la época estudiaba en una escuela del barrio San José, arriba del Hospital
Departamental de Villavicencio, rodeada de potreros en los que jugaba a los
pistoleros, influenciado por las películas del oeste, aquellas protagonizadas
por Tim McCoy y Gene Autry. Tampoco se imaginaba que en una época de su vida
pasaría de trabajar en el Teatro Ariari y de ser portero del extinto Teatro Cóndor
a proyectar los largometrajes de los que se enamoró en su infancia.
Cohibido de juegos, el pequeño Guillermo
se dedicaba también a los quehaceres de la casa. Preparaba arepas antioqueñas
que su familia vendía a petroleros en hoteles y cargaba lavazas para los cerdos
que cebaban en la amplia casa paterna.
Su padre trabajaba en una sastrería en el centro de Villavicencio. “El viejo insistía en que tenía que ayudarle, me ponía a hacer ojales, a poner botones, pero no me gustaba”, dijo en una entrevista, con algo de nostalgia, antes de explicar que el local vecino pertenecía a su maestro, don Tulio, quien le ayudó a revelar su futuro. Se trataba de la empresa Fotografía Santamaría. “Entonces, mi padre le comentó que por qué no me daba empleo. Y así fue”. Pero el joven tampoco quería ese oficio, le temía al cuarto oscuro de fotografía. «Pero ese era el destino mío, quedarme con él, trabajando». Y así lo hizo.
En la década de los 50, don Tulio se vio obligado a viajar a Maracaibo (Venezuela). Le vendió a Guillermo Herrera los implementos fotográficos y nació la reconocida empresa de fotografía Foto Herrera.
«Me gustaría que mis hijos siguieran con ese legado de Fotografía Herrera, y que algún día ellos vean, o mis nietos, en pantalla, el mensaje Foto Herrera:100 años»: Guillermo Herrera Vargas (q.e.p.d.).
0 Comments :
Publicar un comentario