Así fue la inauguración del Museo Guiot
Agosto 6 de 2019
El miércoles 6 de agosto de 1919 se inauguró en
Villavicencio el hoy extinto Museo Guiot, cuya apertura se hizo en desarrollo
de la celebración del primer centenario de la Batalla de Boyacá, festejo que se
extendió durante tres días, desde el 5 hasta el 7 de agosto de ese año.
Costado oriental de la plaza central de Villavicencio, hace 100 años aproximadamente, y José Maria Guiot. Fotos: FAFO y Eco de Oriente. |
El objetivo del museo era la exhibición de ejemplares
raros, curiosos e interesantes para el estudio de toda ciencia y arte, pero encontrados
o producidos en el territorio de San Martín de los Llanos (departamento del
Meta). Se recibieron, entonces, diversas especies de culebras, gran variedad de
maderas, minerales y fibras.
Según reseñas publicadas en el periódico Eco de Oriente,
bajo vidrieras conservarían mariposas y aves disecadas, y el museo albergaría muestras
de cumare, moriche, fique, fibras, algodón, aceites, copaiba, resinas, gomas,
telas, carbón, sal, petróleo, asfalto de San Martín, maderas, serpientes, loza
y quina.
El nombre del museo fue un homenaje a José María Guiot, quien para la época era
el vicariato apostólico de los Llanos de San Martín, en pocas palabras, el
Monseñor, uno de los misioneros franceses de la Compañía de María —de Luis
María de Montfort— consagrada a la evangelización en los Llanos de San Martín,
territorio al cual pertenecía Villavicencio.
El museo fue
inaugurado en el Patronato de San José, en el costado oriental de la plaza central
de Villavicencio (Plaza Los Libertadores). Así se le conocía al inmueble y a
una sociedad clerical oficialmente establecida en el pueblo.
El día de la apertura
del Museo Guiot, un miércoles, también se hizo la inauguración de la Primera
Exposición Industrial y Agrícola, que reunía trabajos de herrería,
talabartería, carpintería y de oficios hechos por mujeres, como tejidos.
El evento se llevó
a cabo a las 2:00 de la tarde y el discurso de apertura estuvo a cargo de José
Gregorio Hernández, secretario de la Sociedad de Agricultores de Villavicencio,
quien aprovechó la ocasión para recordar la historia de Independencia de
Colombia y rendirles un homenaje a los próceres llaneros de la campaña libertadora.
En su discurso pidió que el concurso se hiciera cada año para
ensanchar la participación y la calidad de los productos.
“No olvidemos que las ciudades civilizadas, merced a
estos concursos es como han llegado a culminar en las artes y las letras, en la
industria y el comercio, por ser el medio más eficaz de aguijonear el estímulo
creador”, razonó.
Y al referirse al Museo Guiot concluyó lo siguiente:
“Aportemos nuestro óbolo con ánimo creciente al Museo
Guiot, como que él simboliza un recuerdo a nuestros ilustres patricios, por ser
inaugurado en esta fecha clásica, y a la vez va vinculado al nombre del
venerable Prelado ausente de este recinto, pero que a su regreso sabrá apreciar
el presente que le hacen sus abnegados cuanto inteligentes colaboradores y los
feligreses que en su confección han tomado parte.
“Bien se comprende que el Museo de esta urbe, capital del
Territorio Nacional del Meta, marca un adelanto de sus hijos como que es la
resultante de sus patrióticos deseos de poner en la portada un catálogo de sus
riquezas naturales, donde propios y extraños adquieran objetivamente una
enseñanza provechosa y anticipada de cuanto encierra esta región.
“Señores: como pobladores del Llano vuestro deber es no
dejarnos rezagar, pues vuestro corazón debe latir para aspirar la inmensidad ya
que vuestro horizonte espléndidamente hermoso os debe abrir el anchuroso campo
para ejercer vuestras múltiples actividades. Vuestro origen data de la aurora
que precedió a Boyacá; ligados estáis a los centauros indomables de Juan Galea,
los Almeidas, Nonato Pérez, Serviez, Páez y Santander en cuyos aceros
formidables se conservó la chispa cuando trágicamente se oscureció en los
ámbitos del país”.
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