Fue maestro de Guillermo Herrera en Villavicencio, pero terminó refugiado en Venezuela
Febrero 25 de 2021
Una carreta jalada por una bestia era a principios de la década de los 30
el medio de transporte de Tulio Santamaría Aguirre, tolimense nacido en Fresno en
1909 y quien se convirtió en uno de los primeros fotógrafos en ofrecer sus
servicios a domicilio y de ampliación de imágenes en el departamento del Meta (Colombia). Congelaba
en el tiempo los recuerdos familiares, las primeras comuniones o cuanto evento
social encontraba a su paso.
Tulio Santamaría en el antiguo puente sobre el río Guatiquía en Villavicencio. Fotos: Archivo familiar de Tulio Santamaría. |
Era un nómada de la fotografía. Salía a diario con una maleta cargada de muestras, catálogos y un par de cámaras, algunas veces a pie y otras en carreta. Así partió de Fresno, en Tolima, llegó luego a Bogotá y se radicó más tarde en el Meta.
En una de esas travesías por el pueblo de San Martín de los Llanos conoció a Emma Hernández, el amor de su vida, una hermosa mujer a la que llevó al altar en 1939. Era la hermana del guahibo Vitelio Hernández, a quien recuerdan como uno de los integrantes de las legendarias Cuadrillas de San Martín, ballet ecuestre que representa la mezcla de razas y con el que se le rinde homenaje al patrono del pueblo.
Emma Hernández y Tulio Santamaría en el día de su boda. Foto: Archivo familiar de Tulio Santamaría. |
Santamaría decidió radicarse con su
esposa en la capital del Meta, sitio en el que instaló un reconocido estudio
fotográfico recordado con el nombre de Foto Estudio Tulio Santamaría, en el centro de la
ciudad.
El guahibo Vitelio Hernández, de las Cuadrillas de San Martín, hermano de Emma, esposa de Tulio Santamaría. Foto: Archivo familiar de Tulio Santamaría. |
El vecino
comercial de su novedoso negocio era Enrique García, propietario de la
sastrería Estándar. En el lugar trabajaba Fidenciano Herrera, padre de un adolescente que para entonces soñaba
en convertirse en médico o, si corría mejor suerte, en piloto.
—¿Puede usted, señor Santamaría, darle trabajo a mi hijo? —preguntó
Fidenciano Herrera, y unos días después, aquel joven de sueños contrariados había
dejado atrás los temores del cuarto oscuro para empezar a revelar su futuro.
Guillermo Herrera, el adolescente, tiene hoy 89 años y en cada entrevista
recuerda con orgullo el nombre de Tulio Santamaría, su maestro. Gracias a él se
hizo fotógrafo, un oficio que ha contribuido a reconstruir la historia de
Villavicencio.
Tulio Santamaría nació el 9 de julio de 1909 en Fresno, Tolima.Foto: Archivo familiar de Tulio Santamaría. |
Durante su época
como fotógrafo, Tulio Santamaría se destacó por realizar ampliaciones de
fotografía, formatos que sorprendían para su época, en tamaños de veintidós por
veintiocho centímetros y de cincuenta por setenta, evidencia de ello quedó en
algunas imágenes de las Cuadrillas de San Martín y de la plaza central de aquel
municipio, en hermosas vistas panorámicas. También restauraba fotografías,
hacía montajes, agregaba detalles a las fotos y hasta cambiaba de ropa a los
posantes. Antes de la era del color, Santamaría les daba vida a las imágenes
con uno de sus aerógrafos y hasta fabricaba equipos rudimentarios de revelado e
iluminación.
Una de las ampliaciones que realizó don Tulio de la presentación de las Cuadrillas de San Martín, en el Meta. |
Tulio Santamaría fue un hombre de pensamiento liberal y una
de las víctimas de los efectos de la guerra partidista de Colombia. Huyó dos
veces de Villavicencio a Venezuela. La primera, por el peligro que le había
traído su profesión. Varios medios de comunicación de la capital del país le
pedían fotografías de aquel conflicto interno, pero esto generó efectos
colaterales, vinieron las amenazas. Luego de un tiempo en Maracaibo, Venezuela,
decidió regresar, pero la guerra continuaba. Su suegro, Pedro Hernández, un
importante hacendado de San Martín, fue asesinado por esos días. Tulio
Santamaría fue luego llevado preso por la Policía e imputado por ingresar armas
para los liberales desde Venezuela. Sin embargo, diez días después, sin
evidencias, fue dejado en libertad, pero con amenazas de muerte a sus espaldas.
Realizaba montajes y aplicaba color con aerógrafía a los fotografías. Foto: Tulio Santamaría. |
En su afán por
salir del país, vendió lo que pudo y regaló el sobrante de sus cachivaches. A
Guillermo Herrera, quien luego fundó Foto Herrera, le dejó en crédito los
equipos fotográficos avaluados para entonces en doscientos cincuenta pesos. Fue a
mediados de 1950 cuando se le vio salir de la ciudad acompañado de su mujer en
cinta y de cuatro hijos, entre cuatro y nueve años, para embarcarse en un viaje
de diez días en bus, ferrocarril, avión y piragua hasta Maracaibo, en el estado
de Zulia, Venezuela.
Emma Hernández de Santamaría de salida de río en Villavicencio. Foto: Archivo familiar de Tulio Santamaría. |
En su nuevo terruño
instaló los cuartos de revelado en casa y fundó Foto Estudio Milán. Siguió
ofreciendo sus servicios puerta a puerta y su negocio tomó fuerza gracias a los
créditos de pago que empezó a ofrecer. La bonanza duró diez años, el avance de
la tecnología encareció el oficio y su agudeza visual disminuyó. Su retiro como
fotógrafo fue evidente y dio entonces el paso hacia la carpintería.
Estudios Milán, en Maracaibo, Venezuela. Foto: Archivo familiar de Tulio Santamaría. |
Pero las correrías
del pasado como fotógrafo y las largas horas sin probar alimentos le pasaron
factura. Fue diagnosticado con úlcera gástrica y el 12 de mayo de 1979 en
Maracaibo, pocos días después de la cirugía, un infarto apagó su vida a los 69 años. Su esposa guardó sus recuerdos, transmitió sus anécdotas a 14 hijos y a muchos
más nietos. Lo recordó siempre como el hombre que le robó un beso y con él su
corazón. Ella falleció en 2016, a los 93 años, todavía enamorada de don Tulio
Santamaría, el fotógrafo que tuvo el primer mejor estudio fotográfico de
Villavicencio, como lo repite una y otra vez su mejor alumno, Guillermo Herrera.
Fotografía tomada por Tulio Santamaría de uno de los incendios ocurridos en Villavicencio. Foto: Tulio Santamaría. |
** Esta historia fue redactada con base en el testimonio de
Alonso Santamaría Chirinos, nieto de Tulio Santamaría, quien además aportó las fotografías con las que se ilustra este artículo.
Muy buen artículo! más temas de este tipo para el Meta por favor!
ResponderEliminares mi bisabuelo! que orgullo y felicidad me hace leer esto..
ResponderEliminarEse gran hombre y empresario era mi tio,paz a sus restos.
ResponderEliminarFelicidades alonsito haci te recuerdo y haci estáras en mi corazón muy buena la historia tantos años tantas vicisitudes la abuela desde el cielo está orgullosa de tan maravillosa historia
ResponderEliminar❤️🤜🤛