El traslado es “por directriz” del Gobernador
Enero 26 de 2021
En aproximadamente un mes iniciaría el traslado del Instituto de Cultura del Meta al municipio de San Martín de los Llanos, ubicado a 65 kilómetros de Villavicencio.
El Instituto de Cultura del Meta está ubicado hoy en el teatro La Vorágine de Villavicencio. Foto: Óscar Fabián Bernal Trujillo. |
Así lo confirmó Carlos Enrique Melo, alcalde de San
Martín, quien además de calcular el tiempo de traslado, adelantó que la nueva
sede quedará ubicada en la Casa de la Cultura de dicho municipio y cuyo trámite
se hará mediante la firma de un contrato de comodato. Además, los gastos de
funcionamiento, según el funcionario, correrán por parte del Instituto de
Cultura.
La Gobernación del Meta también confirmó la noticia con
la publicación de un video en uno de sus estados de redes sociales. Allí se
observa a la directora del Instituto de Cultura, Camila Arismendy, en compañía
del Alcalde de San Martín y de Fernando Rivera, secretario privado de la Gobernación,
en un recorrido por las instalaciones de la Casa de la Cultura. La escena la
acompaña el siguiente mensaje: “visitamos el lugar donde próximamente por
directriz de nuestro Gobernador Juan Guillermo Zuluaga funcionará el Instituto
de Cultura del Meta”.
Pese a que la noticia es producto del cumplimiento de una
promesa verbal de campaña del actual Gobernador, la noticia cayó como un balde
de agua fría en gran parte del sector cultural y entre los funcionarios del
Instituto, porque hasta el momento de la publicación de este artículo no se había
realizado una socialización con ninguna de las partes mencionadas.
Para ampliar los detalles del anuncio, este medio le solicitó
una entrevista a Camila Arismendy, directora del Instituto de Cultura del Meta,
pero no aceptó. La funcionaria aseguró que está concentrada en el plan anual y
terminando de recibir el cargo. Sin embargo, confirmó de manera breve el traslado
total de las oficinas y “una vez se defina el modo, forma y tiempo se hará
comunicación oficial”, agregó.
Agenda Hoy
consultó a diferentes gestores culturales, artistas, exfuncionarios y funcionarios
del Gobierno, quienes mostraron puntos de vista diferentes, a favor y en contra
del traslado, pero coincidieron en la importancia de San Martín desde el aspecto
histórico y en una crítica por la falta de socialización, lo que ha generado
mayor incertidumbre.
Martha Lucía Montañez, quien fue subdirectora del
Instituto, considera que es una medida innecesaria. Ve dificultades para los
funcionarios, quienes tienen sus hogares establecidos en Villavicencio, y para
los usuarios, que en su mayoría están radicados en la capital del Meta. Además,
a nivel administrativo y de planeación, agrega, “se requiere articulación
permanente con dependencias de la Gobernación, instituciones académicas y otras
organizaciones sociales y empresas del sector privado, y la distancia implicará
tropiezos y demoras para una óptima gestión”. Por lo anterior, considera que “si
se trata de rendir un homenaje a San Martín de los Llanos, se podría pensar en
crear allí una dependencia de patrimonio cultural que respondería efectivamente,
por la importancia patrimonial que este municipio significa en el contexto
departamental y nacional”.
Para Juan Pardo, consejero municipal de cultura en
representación de las artes escénicas de Villavicencio, el traslado del
Instituto es “inoportuno, inadecuado e inviable”. El artista considera que no
existe la necesidad de asumir ese costo en un contexto de pandemia y propone
que, si lo que quieren es descentralizar, generen oficinas satélites en municipios
ubicados en los diferentes puntos cardinales del departamento.
Este medio también pudo confirmar que, desde la redacción
del programa de Gobierno de Juan Guillermo Zuluaga, algunos de sus allegados y
asesores estuvieron en desacuerdo y se lo notificaron al actual Gobernador,
pero este demostró “una terquedad incompresible desde el comienzo”, aseguró una
fuente. Además, un funcionario de alto rango confirmó que, desde el inicio de
gobierno, se le advirtió con argumentos sólidos sobre los riesgos presupuestales
y administrativos que el traslado podría traer.
“Si yo me voy a otro municipio, aunque fuera en comodato,
tengo que acondicionar el inmueble, pagar vigilancia, servicios públicos,
conectividad y esa plata de dónde sale, pues del rubro de funcionamiento que,
por la ley de funcionamiento, tú no te puedes volar los topes, y el Instituto
los tiene a raya. Además, tendrían que pagar los gastos de traslado, tanto
propios como de los funcionarios”, aseguró una de las fuentes consultadas, tras
preguntarse: “¿A quién le consultaron? ¿Hablaron con gestores de otros
municipios? ¿Qué pensarán en San Juanito y El Calvario?”.
“La terquedad del Gobernador, agregó un artista, ya se
notaba desde que fue alcalde de Villavicencio cuando decidió eliminar, por
ejemplo, la concha acústica de la plazoleta Los Centauros”.
Pero, así como hay argumentos en contra, también hay opiniones de gestores culturales que coinciden en el deseo de ver al Instituto en el municipio de San Martín, más cerca del sur del Meta. Por ejemplo, Yerson Espinosa Amador, consejero departamental de cultura en representación de las casas de cultura del Meta, dice con firmeza que está de acuerdo con la decisión del mandatario:
“Me parece una magnífica idea, lo que pasa es que el
Gobierno departamental está tomando una decisión sin una socialización general,
pues al hacerla van a haber muchos puntos de vista distintos, entonces prácticamente
no se llegaría a ningún acuerdo. Hay que entender que el Gobierno departamental
en campaña ya había prometido que el Instituto de Cultura lo iban a desplazar
hacia San Martín, cosa que a mí, y estoy seguro que a otros gestores culturales
de Puerto Rico, Puerto Concordia, Puerto Lleras, Fuentedeoro, y de ahí para
adelante, los va a beneficiar, porque en el caso mío, yo ya no voy a tener que
desplazarme ocho horas desde Mapiripán a Villavicencio para hacer un trámite en
el Instituto de Cultura, sino que esas ocho horas se van a recortar”.
Para Felipe Chávez, licenciado en Artes plásticas y en Filosofía,
pensamiento político y económico, la descentralización es acertada, sobre todo si
se tiene en cuenta que el asunto se ha planteado en el país desde la Constitución
de 1991. Y aunque en primera instancia, según su punto vista, pareciera que el
Gobierno central perdiera control, lo que debería pasar es lo contrario, una
ganancia de gobernabilidad.
“Si el Instituto va a quedar allá, pues uno aspiraría a que
la gente del Ariari, de los otros municipios, tengan más acceso, lo sientan más
cercano, les quede más fácil llevar sus propuestas, participar, consolidar esa
ilusión de un Estado descentralizado”, dijo.
Además de la descentralización, el traslado podría mejorar
las condiciones de trabajo en el Instituto. Opina que en la actualidad las
oficinas son estrechas, “eso es absolutamente incómodo, eso no hay un archivo, digamos,
que no es la razón, pero es una de las razones por la cuales ese instituto es tan
lento. Que eso les va a cambiar las vidas a los funcionarios, sí, pues
obviamente para los que estén nombrados no va a ser lo mismo vivir aquí, en
Villavicencio, que tener que desplazarse todos los días a San Martín o tomar la
decisión de trasladarse allá, pero ellos son servidores públicos y tienen que
servirle al público, ya ellos verán si renuncian o no, ya es un tema logístico”.
Respecto a si se trata de una jugada política, Chávez cree
que hay otros intereses, “que no son cosas que se hacen porque sí, sino que
debe haber un interés político, obviamente, de que el Gobernador tenga una
presencia directa allá con la ejecución del presupuesto”.
Respecto al tema, el periodista y analista político
Nilson Arana considera que el argumento de impulsar al municipio y su cultura,
como lo ha repetido el Gobernador, es infundado, pues eso se logra con
presupuesto y sin necesidad de trasladar el Instituto.
“Tal vez, agrega Arana, una razón de fondo sea algún
compromiso con alguna persona patrocinadora en la campaña, pues vea que busqué
sin hallar el compromiso en el programa de gobierno inscrito oficialmente. Habría
que averiguar quién se beneficiará con algún arriendo allá; o con la
alimentación para funcionarios, o el hospedaje para estos... o la cafetería del
Instituto...”.
Y para concluir, Chávez agrega que la buena gestión del Instituto no depende del lugar desde donde opere, “sino de que pongan en la dirección a alguien que sepa del cuento, que en este momento no se ha logrado poner a alguien que conozca del tema cultural y que sepa de la administración. La señora del año pasado y la que acaba de llegar, pues a mí me parece que son gente como de muy bajo nivel cultural, que no conocen el sector, pero eso no va ni a mejorar ni a empeorar porque la oficina quede aquí o allá, ese no es el problema, el problema es que la política departamental responda a unas necesidades culturales”.
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