Joselyn
llegó sola a Colombia, por cuestiones del destino, con el único objetivo de
ayudar a su familia
Enero 13 de 2018
Como a muchos venezolanos, la situación económica de
Venezuela obligó a Joselyn Andreina Sánchez a salir de su país en busca de
mejores oportunidades. Hoy se gana la vida en Villavicencio —Colombia— bailando
twerking, una danza muy similar al perreo del reguetón, polémica para
algunos, con movimientos marcados de cadera y glúteos, sin embargo, su
sueño es convertirse en una reconocida odontóloga.
La venezolana Joselyn Andreina Sánchez, de 22 años, es instructora de twerking. Foto: Camilo Laskar. |
Joselyn Andreina Sánchez, de 22 años, heredó la vena artística de su familia: Su
madre, Linda Suárez, es cantante y actriz; su padre, José Sánchez, es cantante
profesional, mientras que su hermano menor, José Gabriel, es percusionista.
Desde niña tuvo un gran interés por el baile, pero solo
hasta ver a varios jóvenes que se ganaban la vida bailando en la calles de
Caracas, en Venezuela, se atrevió a practicar distintos bailes, como dancehall, afrobeat, de orígenes jamaiquino
y africano, y twerking. Su habilidad en el baile la llevó, además, a participar
en diferentes concursos de su país.
Su sueño es ser una gran odontóloga, pero solo logró
cursar esta carrera hasta segundo año, en la Universidad de Carabobo, debido a
la difícil situación económica que atraviesa su país. En ese entonces,
trabajaba como animadora, así costeaba sus estudios, hasta que sus jefes
abandonaron el Venezuela. De nuevo, quedó sin empleo.
“En ese momento tuve que utilizar mi hobby como fuente de ingresos, por ello,
junto con otras amigas, empezamos a hacer presentaciones de baile en distintos
eventos. Con este dinero pensé en estudiar Enfermería, que era una carrera más
económica”, cuenta Joselyn.
Pero su trabajo como bailarina en Venezuela no era
suficiente para conseguir lo que quería, por ello, en el 2015, decidió aceptar una
propuesta de trabajo en Perú, como instructora de dancehall y twerking.
Joselyn aceptó dicho trabajo, pero al querer salir de
Venezuela todo empezó mal, debido al cierre de la frontera entre su país y
Colombia se vio obligada a pagar por el sello de salida de Venezuela
descompletando así el dinero del viaje a Perú.
“Ya en Colombia y sabiendo que no podría llegar a Perú,
decidí contactar a la única persona que conocía Colombia y residía en
Villavicencio, una amiga con la cual en este momento ya no tengo contacto por
cuestiones personales, pero que en su momento me brindó apoyo”, aseguró la
joven.
Estar en un nuevo país y en una nueva ciudad no fue
nada fácil, tuvo que empezar de cero y, prácticamente sola. Su preocupación
aumentó al enterarse de que el twerking
era poco visto aquí, debido a los movimientos sensuales.
Joselyn (centro), junto con las integrantes de Bootygirls. |
Durante los dos años que lleva en Villavicencio ha
logrado subsistir gracias a las personas que han creído en su talento. Ha
trabajado en el centro de acondicionamiento físico Bodydance, en la discoteca Pa’ Mayte y como bailarina para algunos
artistas locales, entre ellos el violinista Sebastián Cruz y el cantante del género urbano Pipemaxi.
Además, hace poco, se unió al grupo de baile Bootygirls.
Además de ello, se dedica a dar clases personalizadas a
más de 20 mujeres interesadas en aprender a bailar twerking, con el objetivo de tener ingresos para subsistir y
enviar algo de dinero a su familia en el estado de Carabobo, en Venezuela.
“La situación en mi país es realmente triste, ver cómo
al gobierno no le importa nada su gente, es difícil, hace poco estuve allá y
donde vive mi familia es un estado industrial, pero ver el cambio tan enorme
que ha tenido y la gran cantidad de empresas que han desaparecido me motiva a
trabajar aquí para ayudar a los míos”, dice Joselyn.
Por ahora solo piensa en trabajar fuerte en lo que le
gusta, para así algún día llegar a ser una gran odontóloga, además, piensa, a
corto plazo, traer a su familia solo de visita a Colombia, porque aunque
quisiera que fuera definitivo tienen gran cantidad de problemas con los papeles
para salir de Venezuela, y su hermano menor tiene como proyecto concursar para
hacer parte del sistema de orquestas sinfónicas de Venezuela.
Carolina Clavijo
Agenda Hoy
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