Principales enfermedades registradas hace un
siglo
El 26 de agosto de 1919, el periódico Eco de Oriente de
Villavicencio trascribió las ideas que fueron expresadas por el médico Isaac Flórez
en un congreso celebrado en Tunja, en el que el profesional citó el nombre de
las enfermedades más comunes de los Llanos Orientales.
Llanos Orientales de Colombia. Fotografía: Horst Martin. |
En la publicación se afirma que las enfermedades que más
afectaban la región eran el paludismo, la uncinariasis, la tuberculosis, la fiebre,
la gripa, la disentería, la neumonía y la sífilis, esta última transmitida de
blancos a indios, pero en la misma se aclara que comparado con otras regiones
(México, Lima, Santiago, Caracas) y con base en el número de habitantes, el
Llano gozaba de buena salubridad para la época.
En 1918, según Mario E. Cubillos, quien era el jefe de la
estadística de la Intendencia Nacional del Meta, esta tenía “11.671 habitantes,
de los cuales murieron 339, habiendo sufrido el flagelo de la disentería y de
la gripa, epidemias que aumentaron la mortalidad”.
Lo que significa que esta región tenía una tasa de
fallecimiento de 29,04 por cada mil habitantes. El dato fue informado en el
periódico Eco de Oriente, donde además se incluyó el registro de muertes de algunas
capitales de América: México (48,5 muertes por 1.000 habitantes), Lima (34,7),
Caracas (33,8) y Santiago (32,6).
El médico Isaac Flórez deduce en el artículo que los
Llanos eran “menos insalubres que esas populosas ciudades y que por lo mismo
han llevado la inmerecida fama de deletéreos, lo cual ha perjudicado muchísimo
a estas feraces llanuras, porque es debido a estos que no ha habido afluencia
de capitales ni de brazos para explotar positivas fuentes de riqueza existentes
en la región”.
El siguiente es el texto en el que hace referencia a las
enfermedades de los Llanos:
“Las enfermedades más frecuentes en los Llanos son el
paludismo y la uncinariasis y de las cuales están exentas muchas localidades,
en ese modesto trabajo están indicadas, así como hago conocer en cuáles son
endémicas; la tuberculosis solo se observa en poquísimos lugares; la fiebre
recurrente se desarrolla en las inmediaciones de la Cordillera y eso raras
veces; las disenterías se presentan de cuando en cuando epidémicamente, la
neumonía también se observa, no con frecuencia, en los cambios de estaciones y
eso sin la gravedad con la cual se desarrolla en otras partes.
“Desgraciadamente, al lado del paludismo y de la uncinariasis,
tenemos en frecuencia la sífilis que está extendida casi en todas partes y aún
entre los indios salvajes, inoculada a ellos por los civilizados que van no
sólo a explotarlos en todo sentido sino a llevarles la peor de las calamidades
que ha podido sobrevenirles en su desamparo por todos los gobiernos de nuestra
patria, la cual casi desconocen por no darles apoyo, ni enseñanza ni garantías”.
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